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A poco más de un año después de la publicación de la Declaración de Casablanca, que tenía como objetivo asegurar la prohibición internacional de la subrogación, las personas detrás de esta iniciativa se reunieron en Roma para una conferencia y se entrevistaron con el Papa Francisco, quien expresó su cálido apoyo hacia ellos.
El objetivo de la conferencia, organizada en Roma el 5 y 6 de abril, era reunir a expertos internacionales –abogados, médicos, políticos– para crear conciencia pública sobre los peligros de la subrogación y cómo su creciente aceptación en los países desarrollados ha aumentado la explotación de los países más pobres, donde se reclutan mujeres para alquilar sus vientres en este nuevo tipo de comercio.
Además de los expertos ya presentes en la reunión de Casablanca en 2023, Eugenia Rocella, Ministra de Familia de Italia, participó en 2024, junto con un gran número de parlamentarios italianos de derecha e izquierda. La Santa Sede estuvo representada en la conferencia por Mons. Mirosław Wachowski, Subsecretario de Relaciones con los Estados y Organizaciones Internacionales. La ONU envió a Reem Al Salem, relatora especial sobre la violencia contra la mujer.
La portavoz de la organización, la francesa Olivia Maurel, quien nació como resultado de la subrogación, dio su testimonio personal sobre la experiencia traumática de haber nacido por encargo.
La conferencia pública de dos días se centró en las diferentes facetas de la subrogación, que a menudo se malinterpretan por el público. En su discurso, Maurel señaló que
«el mercado de subrogación tenía un valor de 14 mil millones de euros en todo el mundo en 2022 y podría, según las previsiones, alcanzar los 130 mil millones de euros para 2032«.
Además de la dimensión comercial y la explotación de seres humanos que oculta esta práctica, los oradores también enfatizaron las graves consecuencias físicas y psicológicas que se pueden sentir a largo plazo, tanto para la madre subrogada como para el niño nacido. También se informaron algunos casos de abuso infantil permitidos por la subrogación.
El 4 de abril, Maurel, quien se describe a sí misma como «feminista y atea», se reunió con el Papa Francisco, junto con otros representantes del movimiento contra la subrogación. El pontífice dio su apoyo a la Declaración. Especificando que conoció al Papa no como dignatario religioso sino «como jefe de estado», Maurel dijo que lo encontró extremadamente bien informado científicamente sobre los mecanismos y peligros de la subrogación.
Unas horas antes, el equipo también se reunió con el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Parolin, quien en nombre de la Santa Sede dijo estar a favor de elaborar un tratado internacional que prohíba la subrogación, en el mismo espíritu que el que prohíbe la proliferación nuclear.
Fuente: Rome Conference Advocates for International Surrogacy Ban ━ The European Conservative
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