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Un futbolista musulmán se negó a usar un símbolo LGTBI. Se trata del lateral derecho del Manchester United, Noussair Mazraoui, quien se negó recientemente a usar un símbolo arcoíris en su uniforme como parte de la campaña «Rainbow Laces» de la organización benéfica Stonewall, que promueve la inclusión de personas LGBTQ+ en el deporte.
Aunque el Manchester United ha expresado en repetidas ocasiones su apoyo a la diversidad y la inclusión, señaló en un comunicado que los jugadores tienen derecho a mantener opiniones personales basadas en sus creencias, incluso si estas difieren de la postura del club.
El capitán del equipo, Bruno Fernandes, lució un brazalete con los colores del arcoíris durante el partido, en el que el United venció 4-0 al Everton. Sin embargo, el grupo de «aficionados LGBTQ+» del club, Rainbow Devils, manifestó su decepción ante la negativa de Mazraoui y la decisión del equipo de no obligar al uso de las prendas con el símbolo arcoíris.
Dicho grupo dijo estar preocupado «por el posible impacto negativo de este incidente en jugadores del club que puedan estar lidiando con temas relacionados a su orientación sexual», señalando: «Respetamos el derecho de este jugador a tener sus propias opiniones, pero nos entristece que su decisión haya puesto al resto del equipo en una situación complicada».
A nuestro modo de ver, algo insustancial y sin fundamento real, pues más parece una argucia para justificar su proselitismo, pese a que hoy se igualan los términos en los debates, como si tuvieran la misma relevancia y entidad, como la presunta «relación entre la religión, la libertad religiosa y el apoyo o rechazo a las causas LGBTQ+ en el deporte».
Paradójicamente, y mientras se promueve el homosexualismo bajo falaces presunciones de «inclusión», hace poco el capitán del Crystal Palace, Marc Guehi, fue recordado por la Asociación de Fútbol inglesa (FA) sobre la prohibición de mensajes religiosos en los uniformes, luego de que escribiera «Jesús te ama» en un brazalete arcoíris. Toda una contradicción.
Por su parte, Stonewall calificó de «increíble» el apoyo de jugadores y equipos a la campaña Rainbow Laces, subrayando que cada individuo o equipo tiene libertad para elegir cómo manifestar o no su respaldo a la inclusión.
En medio de la presión por el globalismo y su «Nuevo Orden Mundial», hay una tensión creciente ante sus intentos de vincular el mundo del deporte a los intentos de promover agendas como el homosexualismo y el marcado contraste con la libertad religiosa. De hecho, ya se ha establecido la prohibición del uso de símbolos religiosos en competiciones internacionales de fútbol e incluso en los Juegos Olímpicos.
Fuente: Un futbolista musulmán del Manchester United se negó a usar un símbolo LGTBI en su equipación
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