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Artículo original escrito por Frank Wright para (LifeSiteNews) —.
Con la aparición de un breve pero poderoso video llega un nuevo concepto sobre el régimen de «COVID-19», y una pregunta seria para todos los católicos. ¿Por qué tantos aparentes miembros de la iglesia apoyaron la «ideología de las vacunas», incluso cuando hacerlo significaba descartar las enseñanzas de la propia Iglesia?
La publicación de Nicholas Hulscher en Substack, «Ideología de las vacunas: expuesta», muestra cómo sacerdotes, obispos, cardenales y el propio Francisco recomendaron las llamadas «vacunas» a los católicos, incluso cuando sabían que algunas de ellas estaban contaminadas con las líneas celulares de fetos humanos abortados.
Es más, muchos de estos sacerdotes pidieron que los no vacunados fueran separados de los que habían recibido las nuevas inyecciones de ARNm, que finalmente no detuvieron la transmisión ni evitaron la infección. Esta promoción incesante de los puntos de conversación del régimen de COVID es quizás más preocupante debido al escándalo que causó, lo que potencialmente desanimó a miles o incluso millones de personas a abrazar la única religión verdadera, que es la Iglesia Católica.
Hulscher, epidemiólogo de la fundación del Dr. Peter McCullough, argumenta que el video muestra cómo «la ideología de las vacunas se ha convertido en una religión falsa, líder en el mundo».
Se muestran clips de una entrevista con McCullough en octubre junto a los de sacerdotes que enmarcan absurdamente la «vacunación» como un deber para todos los fieles católicos. A los 23 segundos, Francisco dice: «Vacunarse es una forma simple pero profunda de cuidarnos unos a otros, especialmente a los más vulnerables«.
McCullough, cardiólogo consultor, no solo es un crítico abierto de las llamadas «vacunas», sino de la «religión» de la vacunación en general, que describe como un culto. La vacunación, dice, «ha durado 300 años. No se basa en la ciencia, se basa en la fe. Los médicos y las enfermeras están completamente inscritos en esta religión».
Las afirmaciones de McCullough equivalen a una acusación de que la vacunación en general es un sistema de creencias que ha capturado al establecimiento médico. Críticos, como el recién convertido al cristianismo Russell Brand, han denunciado el negocio de la medicina como un modelo que «se beneficia de las crisis que crea». Le dijo a Bill Maher en octubre de 2023:
«Si tienes un sistema económico en el que las empresas farmacéuticas se benefician de las emergencias médicas, en el que un complejo industrial militar se beneficia de la guerra… Vas a generar estados de crisis perpetua».
Robert F. Kennedy ha declarado rutinariamente el vínculo obvio entre la vacunación y las enfermedades y trastornos crónicos en los niños. En 2021, volvió a publicar una investigación que mostraba que «los niños que estaban total o parcialmente vacunados fueron diagnosticados con autismo, alergias graves, trastornos gastrointestinales, asma, infecciones de oído recurrentes y TDA/TDAH con más frecuencia que los niños que no estaban completamente vacunados«.
El estudio fue publicado por el organismo independiente Children’s Health Defense, que también fue uno de los primeros medios en dar una plataforma al Dr. David A. Hughes.
Sin embargo, esta corrupción no solo ha sido notada por una celebridad que ahora ha venido a Jesús, ni por un «escéptico de las vacunas» que ahora está a punto de «destripar» las agencias de salud de EE. UU. por orden del presidente Trump.
El padre James Altman fue «cancelado» por su obispo por aconsejar heroicamente a su congregación que no se convirtiera en «conejillos de indias» de este establecimiento corrupto en abril de 2021.
NBC News afirmó que Altman había estado «desviando a su rebaño al instarlos a evitar la vacuna COVID-19». En un informe de abril de 2021, la NBC -que afirmaba tener autoridad implícita para dirigir correctamente a las congregaciones católicas- publicó la advertencia de Altman: «NO SEAS EL CONEJILLO DE INDIAS DE NADIE. DIOS SIGUE SIENDO EL MEJOR MÉDICO Y LA ORACIÓN SIGUE SIENDO LA MEJOR MEDICINA«.
Altman afirmó correctamente que las llamadas vacunas eran «experimentales», «no funcionaban» y argumentó que «si estas ‘vacunas’ funcionaran, los poderes impíos no tendrían que engañarte o amenazarte para que las tomes».
Como también informó LifeSiteNews, el Obispo de LaCrosse siguió este informe despidiendo al P. Altman. LifeSiteNews también fue cancelado, por supuesto, y fue expulsado de Facebook en mayo de 2021 por «información engañosa sobre el COVID-19».
El P. Altman ha sido completamente reivindicado por los horrendos informes de lesiones por «vacunas» y el fenómeno aún no explicado del aumento de muertes en exceso, que ha visto a tantas personas morir repentinamente de afecciones cardíacas después de recibir las inyecciones tóxicas. Una de esas víctimas parece haber sido el padre John Fields.
El Catholic News Service informó que el padre John Fields se ofreció como voluntario para recibir la «vacuna» de Moderna en su «tercer y último» ensayo de agosto de 2020. El padre Fields murió de un ataque al corazón tres meses después, el 20 de noviembre de 2020.
Como LifeSiteNews informó en su momento, esta «vacuna» utilizó células de fetos abortados en su desarrollo.
¿Qué podría motivar a un sacerdote católico a tomar un tratamiento novedoso desarrollado con víctimas de aborto? La «ideología de las vacunas» que se había predicado desde el Vaticano, que llevó al cierre de iglesias y al rechazo de la Santa Misa y de los sacramentos a los fieles.
Sin embargo, el P. Altman no era una voz solitaria. El obispo Athanasius Schneider advirtió en agosto de 2021 que la compulsión de tomar las «vacunas» de ARNm contaminadas con el aborto nos llevaría a «entrar en el tiempo del Apocalipsis».
Sin embargo, una advertencia mucho más completa fue anunciada por el ex nuncio papal en los EE.UU., el arzobispo Carlo Maria Viganò. En 2020, Su Excelencia se opuso vehementemente al cierre de iglesias durante la «emergencia» de COVID, que ha sido descrita por el académico británico Dr. David A. Hughes como el comienzo de una «omniguerra» para promover una tecnocracia global mediante el uso de la propaganda y la fabricación de crisis.
Al contrario, Francisco argumentó al mismo tiempo que el «COVID-19» era un castigo de la naturaleza, por el abuso del medio ambiente por parte del hombre, lo que consolida el compromiso de Francisco con una ideología global más amplia condenada por Hughes, y por el propio Viganò.
Francisco parece estar inspirado por el mismo «panteísmo de la naturaleza oculta» que dirige a los «lunáticos» del Foro Económico Mundial. Estas observaciones fueron hechas a LifeSiteNews por el profesor Mikko Paunio, cuyos argumentos de su libro «La Mentira Verde» se combinaron con su estudio de 30 años del movimiento globalista para producir estos veredictos en una entrevista con LifeSiteNews.
En octubre de 2023, Viganò condenó enérgicamente el «fraude pandémico y de vacunación» llevado a cabo en esta crisis, y que fue respaldado con las declaraciones -y el silencio cómplice- de muchas figuras modernistas que representaban a la Iglesia.
«Expresé mi consternación por el silencio de los obispos, sacerdotes y párrocos, de muchos trabajadores religiosos involucrados en los hospitales, y por el celo servil con el que la Jerarquía Católica se ajustaba a las locas y criminales normas sanitarias y a la promoción del suero por parte de Bergoglio».
Viganò llegó a la conclusión de que aquellos que habían apoyado a este régimen demostraban aún más su apostasía de la fe católica con sus acciones.
«Su silencio sobre el fraude pandémico es idéntico al de la apostasía de la Jerarquía Católica. Y la responsabilidad moral que pesa sobre ellos quedará como una mancha indeleble por la que tendrán que responder ante Dios, ante los hombres y ante la Historia«.
Viganò, quien fue declarado culpable de «cisma» por correo electrónico por orden de Francisco en julio de 2024, respondió: «Repudio, rechazo y condeno los escándalos, errores y herejías de Jorge Mario Bergoglio».
Al igual que el padre Altman, Viganò ha sido criticado como un «teórico de la conspiración» por denunciar las acciones de la iglesia de Francisco bajo el régimen de «COVID-19». De hecho, la crítica de Viganò a esta iglesia moderna es la razón de su ostracismo.
Durante mucho tiempo ha afirmado que el mundo se enfrenta a un mal satánico en la forma del intento globalista de destruir la Iglesia y la civilización fundada en ella, con el fin de marcar el comienzo del tipo de «tiranía biodigital» que el Dr. Hughes advirtió que era el propósito de la crisis de «COVID-19».
La descripción de Viganò de la iglesia moderna como una «falsificación» es, de hecho, una coincidencia cercana a una crítica más amplia del fallido orden liberal-global, cuyo modelo de negocio de autopromoción a través de la creación de crisis parece incluir ahora las estructuras de la Iglesia.
Muchas grandes instituciones pueden describirse como «burocracias ideológicas»: organizaciones como la OTAN, Google, la Organización Mundial de la Salud y otras estructuras globalistas. Estos organismos utilizan su prestigio para promover la agenda global de los «derechos» LGBT, la desindustrialización «verde», la desnacionalización con fronteras abiertas y la promoción de las «vacunas» junto con una serie de medidas antinatalistas como el aborto y la anticoncepción disruptiva hormonal. El objetivo, como argumenta Hughes en su libro de investigación de tres años, es reemplazar a toda nuestra civilización.
La ideología promovida para lograr este fin es, por supuesto, un competidor de la explicación de la vida y del mundo que se encuentra en la enseñanza católica tradicional. El reconocimiento de este mal manifiesto ha llevado a Hughes, un antiguo ateo, a reconocer que la crisis política es la crisis espiritual.
Esta es la razón por la que Viganò condena el proyecto globalista como malo, ya que es una causa celebrada por los enemigos de Cristo. Ha llamado a los fieles católicos a «luchar contra el mal satánico de la élite globalista».
Una acusación tan grave merece una seria reflexión. Sin embargo, la pregunta sigue siendo difícil de responder sin la conclusión ofrecida por Viganò: ¿por qué la iglesia de Francisco adoptó con tanto celo la «ideología de las vacunas»?
A medida que su sínodo avanza alentadoramente hacia la consagración en las prácticas de la «liberación» LGBT y de las mujeres, es difícil argumentar que esta iglesia moderna no está alineada con la ideología del enemigo.
Fuente: La promoción clerical de la vacuna COVID ha dañado la reputación de la Iglesia Católica – LifeSite
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