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Según una encuesta realizada por Whitestone Insight para Care Not Killing, más de 6 de cada 10 personas (62%) en Reino Unido creen que el proyecto de ley sobre la muerte asistida que se debatirá esta semana es «demasiado complejo y polarizado» como para ser aprobado apresuradamente. Sorprendentemente, esto incluye a más de la mitad (57%) de quienes están a favor de cambiar la ley. Por el contrario, menos de una cuarta parte (23%) dice que no lo es.
La encuesta también encontró que casi 4 de cada 10 de los encuestados están preocupados de que, si la ley cambia, uno de sus familiares podría sentirse presionado a poner fin a su vida porque temen ser una carga.
Ante la pregunta «¿Está de acuerdo con la siguiente afirmación: ‘Me preocuparía que uno de mis propios familiares sintiera o hubiera sentido presión para poner fin a su vida’?«, el 38% dijo que sí. La misma proporción también estuvo de acuerdo con la declaración: «Al menos uno de mis familiares ha expresado su preocupación de que no quieren ser una carga para los demás cuando envejecen y se vuelven frágiles«. Esto aumentó al 43% entre las mujeres y al 44% de quienes apoyan el cambio de ley.
El Dr. Gordon Macdonald, director ejecutivo de Care Not Killing, comentó:
«Esta encuesta una vez más pone de relieve que cuanto más sabe el público sobre el suicidio y la eutanasia asistidos, a veces llamados muerte asistida, más preocupaciones graves tienen sobre cambiar la ley. De hecho, por un margen de casi tres a uno, el público dice que los parlamentarios no deben apresurar la legislación, mientras que cuatro de cada diez se preocupan de que los miembros de su familia puedan sentirse presionados a poner fin prematuramente a sus vidas».
Y en un nuevo golpe para el proyecto de ley, más miembros del público estuvieron de acuerdo en que «…la solución correcta sería mejorar la atención al final de la vida y la atención social en lugar de ofrecer a los pacientes suicidio/muerte asistida«, por 42% a 30%.
Estos hallazgos de la encuesta hacen eco de los comentarios hechos por el secretario de Salud laborista, Wes Streeting, quien dijo que votaría en contra del proyecto de ley, no cree que los cuidados paliativos en el Reino Unido sean actualmente suficientes para implementar de manera segura la muerte asistida y «…odiaría que las personas opten por la muerte asistida porque creen que están ahorrando dinero a alguien, ya sean familiares o el NHS…«.
Entre las razones para apoyar un cambio, el 80% dijo que daría a las personas una muerte sin dolor, tres cuartas partes (76%) pensaron que «las personas deberían tener derecho a decidir cómo y cuándo mueren», poco más de 4 de cada 10 (43%) pensaron que era «más amable para las familias de los enfermos terminales» y 3 de cada 10 (30%) dijeron que «aliviaría la presión sobre el NHS y la atención social». Como se ve, una percepción completamente utilitarista y materialista.
El Dr. Gordon Macdonald concluyó:
«Estos resultados son claros. Los parlamentarios deberían centrarse en arreglar el quebrantado sistema de cuidados paliativos y de atención social del Reino Unido en lugar de apresurarse a presentar una legislación que llevaría a las personas vulnerables a poner fin prematuramente a sus vidas con la ayuda del estado».
Fuente: 62% of People in Britain Say Legislation to Legalize Assisted Suicide Should be Rejected
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