San Agustín decía: “El que canta ora dos veces“. Tal vez hoy más que nunca esta expresión adquiere pleno sentido cuando ya ni siquiera podemos estar ante la Presencia Real del Amado a quien cantar…
Un hermoso canto para la Adoración Eucarística, en estos momentos en los que, como María Magdalena, nos preguntamos: “¿Dónde han puesto a Mi Señor?“.
Esta es la letra de este precioso canto para la Comunión y la Adoración Eucarística:
Pan y vino
Ya no eres pan y vino,
ahora que eres cuerpo y sangre, vives en mí;
de rodillas yo caigo al contemplar tu bondad,
cómo no te voy a adorar.
Mientras te pierdes en mis labios,
tu gracia va inundando todo mi corazón;
por esa paz que me llena de alegría mi ser,
cómo no te voy a adorar.
Coro:
Señor Jesús, mi salvador,
amor eterno, amor divino,
ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo a ti (bis)
Dueño y Rey del universo
cómo puede ser posible que busques mi amor:
Tú tan grande y yo pequeño y te fijas en mí,
cómo no te voy a adorar.
De rodillas yo te pido
que el día cuando tú me llames sea como hoy
para mirarte a los ojos y poderte decir,
que cómo no te voy a adorar.
Coro:
Señor Jesús, mi salvador,
amor eterno, amor divino,
ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo a ti (bis)