Ya lo hemos advertido con anterioridad, y con bastante seriedad: una cosa son los Dones y Carismas del Espíritu Santo, y otra el bullicioso espectáculo de corte «pentecostalista» en medio de cuyo desorden y algarabía algunos pretenden estar invocando al Espíritu Santo, y hasta suponiendo que lo recibirán o que lo han recibido.
Y, en medio de este ambiente, también se genera un clima pseudo apocalíptico de «videntes», «mensajes», anuncios catastróficos o, peor aún, en el que exponen ante todos los presentes los defectos y pecados ocultos de los circunstantes.
Los Frutos del Espíritu Santo son la madurez de vida y de fe de un auténtico creyente, sin aspavientos. Una vida en comunidad en la que todos se complementan y ayudan mutuamente en la edificación de la Iglesia, gracias a los verdaderos dones y carismas que el Espíritu Santo derrama con profusión, y que nada tienen qué ver con griterías en las que se pierde el orden.
¿Qué es la Profecía? ¿Cómo se edifica una auténtica comunidad Cristiana por la acción del Espíritu Santo? Con claridad, franqueza, magistral sencillez y buen humor, el Padre Raúl Sánchez muestra los claro-oscuros humanos y explica la actuación divina en nosotros.
[mks_col]
[mks_one_half]Apoya el periodismo católico con una donación en DÓLARES con tu tarjeta de crédito:
[/mks_one_half]
[mks_one_half]O con tu tarjeta débito a través de PSE:
[/mks_one_half]
[/mks_col]
