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La epopeya de Skanderbeg: el esclavo cristiano que se convirtió en héroe de Albania. Sobre la batalla de Albulena y la defensa de Albania por parte de Skanderbeg.
El 2 de septiembre de 1457 tuvo lugar en Albania una de las batallas más épicas en la historia de Europa, cuando las fuerzas otomanas sufrieron una aplastante derrota a manos de Skanderbeg, un antiguo esclavo y comandante cristiano.
Skanderbeg, cuyo nombre real era George Kastrioti, había nacido en la realeza albanesa, pero fue capturado cuando era niño por los otomanos, que lo convirtieron en jenízaro y lo adoctrinaron para hacerlo musulmán. Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad escapó y regresó a Albania, abjuró del islam y se proclamó defensor de los cristianos.
Durante 25 años Skanderbeg lideró exitosamente la defensa de su pequeño país contra el todopoderoso Imperio Otomano. Ganó 24 batallas a pesar de estar siempre en clara inferioridad numérica, a menudo por una proporción de 1 a 10.
La batalla de Albulena fue la cumbre de su carrera militar. Un ejército otomano de 80.000 hombres al mando de Hamza, sobrino de Skanderbeg, avanzaba arrasando el valle del río Mati cuando fue emboscado por las fuerzas de Skanderbeg, de sólo 8.000 guerreros.
Skanderbeg dividió a sus hombres en pequeñas unidades móviles que hostigaron a los turcos durante tres meses, haciéndoles creer que los albaneses estaban diezmados. Cuando los otomanos bajaron la guardia, Skanderbeg los atacó por sorpresa el 2 de septiembre y diezmó al ejército invasor, que sufrió entre 30.000 y 40.000 bajas.
La victoria de Albulena consolidó la posición de Skanderbeg como adalid de la Cristiandad frente al avance otomano. Gracias a sus 25 años de tenaz resistencia, Albania no cayó bajo control turco hasta 30 años después de su muerte, retrasando en décadas la penetración musulmana en Italia y Europa occidental.
El Congreso de Estados Unidos le rindió homenaje en 2005 por «su papel en salvar a Europa Occidental de la ocupación otomana». Más de 1.000 libros y obras de teatro han recreado sus hazañas. Según historiadores británicos, sólo el legendario rey Arturo estaría a su altura como defensor del mundo cristiano.
Skanderbeg encarna mejor que nadie la epopeya de un pueblo pequeño pero aguerrido, capaz de derrotar al imperio más poderoso de su tiempo en defensa de su libertad y su fe. Su figura seguirá inspirando a los amantes de la libertad mientras permanezca viva la memoria de sus heroicas gestas.
Fuente: Christian slave turned commander defends Albania from Islamic takeover – LifeSite
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