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El artículo que a continuación traducimos, resumimos y presentamos a nuestros lectores, cita a distintas personas cercanas a JD Vance, a amigos y maestros suyos. Con ellos establece una particular forma de diálogo que rebosa especulaciones de índole literaria, a partir de las cuales intenta establecer una identidad católica y el consecuente compromiso político de quien es la fórmula vicepresidencial de Donald Trump.
Recuerda un poco a toda la trama “novelesca” que ciertos críticos, en complicidad con los colegas y amigos de algún escritor que descolla, tejen para dar un aire de misterio, de “desvelamiento” de las claves literarias o existenciales que han forjado el carácter, el tono y el estilo del autor. Igual hacen aquí intentando descubrir y fijar las claves de la orientación política de Vance, a partir de sus influencias cinematográficas, literarias, de sus lecturas y, en especial, luego de su explícita conversión al catolicismo, manifiesta en 2019.
Aunque, como todo político, no siempre alcanzan a tener una profunda y auténtica comprensión de cuestiones éticas y bioéticas, y es común oírlos y verlos “patinando” en materias como el aborto, la contracepción, la eutanasia, y los plazos o “causales” que las justificarían… También Vance se ha despeñado un poco por allí, por lo cual esperamos que su madurez intelectual y política estén realmente sincronizadas y modeladas por la madurez de fe, es decir, filosófica, teológica y antropológica. Buena lectura…
Cuando Donald Trump eligió a JD Vance como su compañero de fórmula, elevó al primer milenial que aparecerá en una boleta presidencial. Eso convierte a Vance en el primer político que alcanzó la mayoría de edad durante la Guerra de Irak y la Gran Recesión, un nativo de Internet cuya ascensión política coincidió con el desarrollo de un nuevo grupo de conservadores que se convertiría en la Nueva Derecha.
Pero quizás el rasgo más milenial de Vance es lo “friki” que es con El Señor de los Anillos. La trilogía de novelas ha sido durante décadas un favorito de los frikis, pero se convirtió en el centro de la cultura durante los años de secundaria de Vance gracias a las películas de Peter Jackson.
El mismo Vance ha señalado las épicas fantásticas de Tolkien como una ventana para comprender su visión del mundo. En un episodio archivado del desaparecido podcast «Grounded» de 2021 que ya no aparece en los feeds de podcasts, el representante Jim Banks de Indiana, que se sentó junto a Vance en el palco de amigos y familiares de Trump el martes por la noche, le pidió a Vance que nombrara a su autor favorito.
“Tendría que decir Tolkien”, dijo Vance. “Soy un gran fanático de El Señor de los Anillos, y creo que, sin darme cuenta en ese momento, gran parte de mi visión conservadora del mundo fue influenciada por Tolkien mientras crecía».
Vance es aparentemente uno de esos fanáticos, ya que la firma de capital de riesgo que fundó en 2019 se llama Narya, llamada así por uno de esos otros anillos que lleva Gandalf. El mentor de Vance, Peter Thiel, bautizó de manera similar a su empresa Palantir con el nombre de la bola de cristal utilizada por Saruman en El Señor de los Anillos.
No es tan sorprendente que El Señor de los Anillos haya hecho una fuerte impresión en Vance. Las tres películas, estrenadas entre 2001 y 2003 mientras estaba en la secundaria, recaudaron 2.900 millones de dólares en la taquilla y obtuvieron 28 nominaciones a los Premios de la Academia y 17 victorias.
Luke Burgis, autor de un libro sobre René Girard (otro de los héroes intelectuales de Vance) y profesor de la Universidad Católica de América, dijo que sospecha que «el aprecio de Vance por Tolkien no está relacionado con su conversión al catolicismo en 2019. De las muchas formas en que la obra de Tolkien ejemplifica la imaginación católica, una es la relación entre lo visible y lo invisible».
Es probable que Vance haya asimilado de Tolkien «un marco mental apocalíptico», me dijo Burgis, una batalla final y omnicomprensiva entre el bien y el mal.
Aunque trabajó en ella gran parte de su vida, Tolkien escribió la mitología de la Tierra Media cuando sirvió en las trincheras en la Primera Guerra Mundial. Después del éxito de El Hobbit, comenzó a trabajar en una secuela en ese mismo mundo y escribió gran parte de las novelas de los Anillos mientras su país natal, Gran Bretaña, luchaba en la Segunda Guerra Mundial. Los libros tienen un claro mensaje anti-guerra.
Vance ha dicho que su propio tiempo en los Marines desplegados en Irak fue formativo para su enfoque aislacionista y pacifista de la política exterior.
Pero su fanatismo también está en tensión con algunas de las ideas de Tolkien sobre cómo los estados nación deberían abordar el mundo exterior. Los libros son, en muchos sentidos, anti-aislacionistas. Al final, Rohan, Gondor, los elfos, los ents y los enanos, todos deben unirse y poner fin a sus insignificantes disputas nacionalistas. Sus vidas, se dan cuenta, están interconectadas.
El amor de Vance por El Señor de los Anillos es similar al de los nacionalistas de derechas en el extranjero. La italiana Giorgia Meloni solía disfrazarse de hobbit.
Jessica Hooten Wilson, titular de la Cátedra Fletcher Jones de Grandes Libros en la Universidad de Pepperdine, ha enseñado a Tolkien en sus cursos y pasó tiempo con Vance en 2019 en una conferencia centrada en el escritor católico Walker Percy. Ella me dijo que Vance puede haber internalizado el mensaje de que Estados Unidos, a diferencia de Frodo, no está llamado a intervenir en el extranjero.
Quienes están cerca de Vance dicen que ha estado pasando por un despertar desde que se convirtió al catolicismo en 2019.
[N. de R.: Quien de verdad se convierte al Catolicismo, pasa necesariamente por dicho despertar: la patrística, la filosofía, la teología, el Magisterio bimilenario de la Iglesia, el compromiso de Fe, el apostolado y la coherencia de vida].
El escritor conservador Rod Dreher, a quien Vance invitó a su iniciación en la fe en 2019 y estuvo presente en su primera comunión, me dijo que Vance “está pensando ampliamente en cómo todos deben unirse en la gran lucha contra la oscuridad, no hay forma de evitar la lucha, y cómo Dios puede usar al humilde y al plebeyo para hacer grandes cosas”.
“Piénselo: ¿quién habría imaginado que ese triste y asustado niño de Ohio que vivía en los restos de una familia habría superado todo y se habría elevado a las puertas del poder político supremo? JD Vance podría ser Frodo de los Hollers, un verdadero hobbit montaraz”.
Todo esto apunta a tensiones intelectuales y espirituales que Vance todavía parece estar resolviendo.
Fuente: How Lord of the Rings Shaped JD Vance’s Politics
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