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La trama para imponer la ideología LGBT en las iglesias evangélicas
Por Megan Basham, citando y comentando un ensayo: «Cómo los líderes evangélicos cambiaron la verdad por una agenda izquierdista«. En First Things.
En septiembre de 2019, el pastor Ryan Visconti asistió a una cena privada con Andy Stanley, pastor de la que era entonces la iglesia más grande de Estados Unidos. Stanley sorprendió a los asistentes al argumentar que deberían acomodar a las parejas del mismo sexo en sus congregaciones, ya que «esa es la manera más cercana en que pueden alcanzar un marco neotestamentario de matrimonio«.
Stanley fue más allá al decir que oficiaría bodas del mismo sexo, especialmente para familiares, porque considera la atracción al mismo sexo como una discapacidad que no se puede evitar. Visconti quedó atónito al escuchar estas declaraciones, pero el anfitrión de la cena pidió a los pastores presentes que «honraran» a Stanley por compartir sus puntos de vista.
Aunque Stanley es influyente, otros pastores que conocían sus opiniones no dijeron nada. En 2022, tres años después, Stanley elogió a las personas LGBT en la conferencia Drive, su evento para líderes cristianos, y citó «pasajes para atacar» a versículos bíblicos sobre la homosexualidad. Su iglesia declinó aclarar si Stanley cree que la homosexualidad es pecado.
Pero Stanley no está solo. En 2000, el heredero gay Jon Stryker lanzó la Fundación Arcus, que se convirtió en el mayor financiador de iniciativas LGBT en Estados Unidos. Tras fracasar en lograr el matrimonio gay a nivel legislativo, Arcus comenzó a invertir decenas de millones para desafiar la doctrina tradicional dentro de las denominaciones cristianas.
Un desembolso estratégico de Arcus fue para el proyecto Reforma, una organización nueva dirigida por Matthew Vines, un desertor de Harvard de 23 años. Entre 2014 y 2018, el proyecto Reforma recibió 550.000 dólares de Arcus para «reformar la enseñanza de la iglesia sobre orientación sexual e identidad de género en comunidades evangélicas y conservadoras«.
Para tener éxito, Vines necesitaba aliados que se vieran como cristianos conservadores pero con teología liberal. Ahí entraron Greg y Lynn McDonald, quienes fundaron Abrazando el Viaje en 2015, por sugerencia de un directivo de la iglesia de Stanley. Los McDonald ayudaron a blanquear al proyecto Reforma y a otras organizaciones LGBT ante la audiencia evangélica.
Con el respaldo de Stanley, Abrazando el Viaje logró acercarse a líderes evangélicos como Mark Savage. En 2020, aterrizaron a otro pez gordo: Rick Warren y su iglesia Saddleback. Con 30.000 asistentes semanales, Saddleback tenía la capacidad de aumentar la credibilidad de los McDonald.
Dos miembros de Saddleback viajaron a conocer Abrazando el Viaje. Al volver, convencieron a los pastores Chris y Elisa Clark de iniciar un grupo de apoyo, el primero de esa organización en Saddleback. Para 2021, ya tenían tres grupos más. Es posible que Saddleback no supiera la verdadera naturaleza de Abrazando el Viaje o que, como Stanley, esperaba influir sutilmente en sus miembros hacia la aceptación LGBT.
Sea como fuere, Saddleback no pareció preocupada cuando su pastor Chris Clark comenzó a hablar en conferencias del proyecto Reforma. El nombre de Saddleback en esos eventos ayudó a legitimarlos ante la audiencia evangélica. Luego de que indagué al respecto, Saddleback eliminó de su sitio web toda referencia a Clark y Abrazando el Viaje, sin explicación alguna.
Mientras tanto, Vines afirma haber entrenado al menos a 10 mil activistas para reformar a las iglesias evangélicas conservadoras. Ahora se enfoca en pastores, a quienes entrena secretamente para avanzar en la agenda pro-LGBT en sus congregaciones. Los cristianos estadounidenses podrían estar enfrentando miles de Andy Stanleys. Y eso sin considerar los cursos sobre estos temas en supuestos colegios y seminarios cristianos.
Muchos pastores, por temor a parecer prejuiciosos, casi ni mencionan la homosexualidad o transgenerismo. Dada esta asimetría de compromiso con nuestras respectivas creencias, no es de extrañar que el movimiento LGBT esté ganando terreno rápidamente.
Como advirtió Juan Calvino: «la ambigüedad es fortaleza de los herejes«. Los herejes están entre nosotros y crecen en número. Los pastores deben recordar que su responsabilidad principal es alimentar a las ovejas, equipando a los santos. Por querer mostrar compasión a los perdidos, no están protegiendo a las ovejas de falsas enseñanzas. De hecho, están matando de hambre a las ovejas para complacer a las cabras.
Los pastores que no enseñan a sus ovejas qué dice la Biblia sobre sexualidad y por qué Dios ha prohibido la homosexualidad, están creando blancos fáciles para los lobos del proyecto Reforma.
Fuente: The Plot to Queer Evangelical Churches | Megan Basham | First Things
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