El Obispo de la Diócesis Sonsón-Rionegro, Monseñor Fidel León Cadavid Marín, ha ordenado a «los párrocos y equipos sacerdotales» bajo su jurisdicción eclesiástica, que «Vayan disponiendo meticulosamente todo lo estipulado en los protocolos ya aprobados».
De sus palabras se deduce que, al parecer, los protocolos para la Iglesia Católica han sido aprobados por fin. De esta manera, responde oficialmente al Decreto Presidencial (878 de 2020) que autoriza la reapertura de los templos, y que establece:
«Parágrafo 4. Los servicios religiosos que puedan implicar reunión de personas se podrán permitir siempre y cuando medie autorización de los alcaldes en coordinación con el Ministerio del Interior y se cumpla en todo momento con los protocolos de bioseguridad emitidos por el Ministerio de Salud y Protección Social para el desarrollo de esta actividad».
Ver la publicación:
«¡Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la Casa del Señor!».
Salmo 121
Con estas palabras, comenzó Monseñor Fidel su video-mensaje semanal, afirmando:
«Es un salmo muy conocido que expresa la alegría y el entusiasmo de los israelitas piadosos que peregrinaban a Jerusalén y acudían al templo. Es el mismo sentimiento cuando se vislumbra la posibilidad de retornar a nuestros templos parroquiales, de los cuales nos ha alejado el peligro de una pandemia».
Luego se refirió a varios hechos, señalando en primer lugar:
“He sentido la necesidad y el profundo deseo de muchos de ustedes, personas de mucha fe, de volver a la normalidad eucarística, a los espacios sagrados de oración y al encuentro comunitario con los hermanos”.
Y destacó:
«Una de las posibles ganancias de este aislamiento, es que nos haya sacado de la rutina de asistir cada domingo a Misa, y nos haya agrandado el deseo de participar en ella con mayor sentido…».
E inmediatamente, con realismo, advierte:
«Pero no creamos que todo será fácil.
Primero, porque está claro que este virus permanecerá por mucho tiempo, y debemos aprender a convivir con él tomando las necesarias medidas de protección.
Nos toca a todos ser muy responsables, actuar con prudencia y orden, imponernos una autodisciplina social para salvaguardar la salud comunitaria: no podemos repetir escenas irresponsables, como las que vivimos el primer día sin IVA en Colombia.
Y, segundo, porque dependemos de normas muy precisas»,
A continuación, cita textualmente el Decreto (ver arriba), ordena a ‘los párrocos y equipos sacerdotales’ su disposición:
«Vayan disponiendo meticulosamente todo lo estipulado en los protocolos ya aprobados».
Y concluye afirmando:
«Y sé que contamos con la voluntad de nuestros alcaldes para avanzar en la aplicación de este Decreto Presidencial».
Monseñor Fidel León Cadavid Marín, Obispo de Sonsón-Rionegro.
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