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Populismo punitivo feminista se asemeja al de la Alemania Nazi o la Rusia Comunista, según experta española

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Populismo punitivo feminista se asemeja al de la Alemania Nazi o la Rusia Comunista, según experta española

La abogada y periodista española Guadalupe Sánchez Bahena, acaba de publicar un interesante y controversial libro «Populismo Punitivo» (Deusto), en la cual critica los distintos populismos identitarios, de derecha e izquierda, que considera que instrumentalizan la ley penal con intereses políticos.

En una entrevista realizada por el portal español libertaddigital.com Sánchez hace una importante distinción entre los enfoques punitivos politizados,  que se enfocan en las condiciones personales del acusado (derecho penal de autor), frente a los que se enfocan a castigar  la comisión de hechos sancionados penalmente (derecho penal del hecho):

…el derecho penal del hecho es aquel que castiga conductas, exclusivamente. Es decir, se juzga a una persona por el acto que ha cometido, con independencia de sus cualidades personales. Es el derecho penal básico de cualquier democracia liberal. Por el contrario, el derecho penal de autor es aquel que castiga, o que agrava la pena de una persona, en función de sus cualidades y no de la gravedad de su conducta. Hoy en día ese derecho penal de autor se enraiza en una concepción identitaria. Se agravan las penas de ciertas personas en función de su identidad, sin tener en cuenta la gravedad de sus actos.

Los antecedentes de este tipo de enfoque  populista qué antecedentes  en los totalitarismos del siglo pasado:

El derecho penal de autor no es nada nuevo. Tiene antecedentes claros. El primero de ellos tuvo lugar en la Unión Soviética. Allí se instauró un derecho penal de clases, que castigaba específicamente a la burguesía. A cualquiera que cuestionase los postulados del Partido Comunista se le consideraba enemigo de la nación y se le castigaba. Además, allí no era necesario que los jueces fuesen juristas, por ejemplo, ni que tuviesen conocimientos de derecho…el segundo antecedente…tuvo lugar en la Alemania Nazi…que consideraba que el derecho sólo tenía sentido si servía para cumplir los objetivos de la política. Además…esa misma política sólo tenía sentido cuando servía para eliminar a un enemigo concreto, generalmente a un colectivo.

La escritora explica que la finalidad de este enfoque populista es el de «acceder a la configuración del Código Penal, porque es lo que le permite legitimar el uso de la violencia estatal y convertirla en represión».

Sánchez advierte sobre los peligros de la presión social sobre los jueces y magistrados  ya que no hay democracia liberal ni Estado de derecho sin un poder judicial independiente: Finalmente «los jueces viven en sociedad y no pueden inmunizarse de todas las presiones». 

Sánchez está de acuerdo con las reformas que combaten la violencia contra las mujeres, pero plantea que lo adecuado es ofrecer apoyo administrativo en lugar de modificaciones al Código Penal.

Frente al artículo 153 del Código Penal español considera que podría catalogarse como derecho penal de autor porque «castiga únicamente a los hombres que cometan violencia contra mujeres. Es decir, que se trata de una pena centrada en las características personales del sujeto, en este caso su sexo, y no meramente en el acto delictivo…permitiendo la interpretación de que toda violencia ejercida contra la mujer es violencia machista».

Este tipo de normas también crean un incentivo para las denuncias falsas lo cual se ha evidenciado con la captura de una red mafiosa qué promovía denuncias entre mujeres extranjeras a cambio de dinero para que consigan la residencia en ese país. 

También denuncia la idea de que en estos casos «hay que creerle siempre a la mujer», pues equivale a destruir los cimientos del Estado de Derecho:

La presunción de inocencia…es un derecho fundamental. El eslogan siempre suele ser el mismo: «Si no has hecho nada, no tienes de qué preocuparte». Pero esto se lleva repitiendo desde tiempos inmemoriales. La portada de mi libro es la quema de brujas de Salem. «Si no eres bruja, no tienes de qué preocuparte».

Fuente: «Creer ‘siempre’ a las denunciantes es derribar los cimientos del Estado de derecho»

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