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Pensilvania resultó ser un estado decisivo en las elecciones de Estados Unidos, esta vez para Trump
Con 19 votos electorales, Pensilvania es uno de los estados más disputados en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En las elecciones de 2020, Joe Biden ganó este estado por un estrecho margen de 81,660 votos. Sin embargo, en los comicios de 2024 la situación cambió significativamente, con un aumento en la participación de grupos que tradicionalmente se mantenían al margen del proceso político.
La movilización de la comunidad Amish
Uno de estos grupos fueron los Amish, una comunidad conocida por su estilo de vida sencillo, su rechazo a la tecnología y por mantenerse al margen de la política. Sin embargo, en 2024 su participación electoral aumentó notablemente en condados con alta población Amish como Lancaster.
Según The Economist, el número de votantes Amish registrados en Lancaster se duplicó entre 2016 y 2020, superando los 4.000. De estos, más del 90% están registrados como republicanos, lo que refleja una afinidad con las posturas conservadoras de Trump sobre control gubernamental y libertad religiosa.
Grupos conservadores como «Early Vote Action» tuvieron un papel clave en esta movilización al acercarse directamente a las comunidades Amish, promoviendo el voto anticipado y por correo. Esto permitió sortear obstáculos como la presión social de votar en persona y la coincidencia de las elecciones con tradicionales bodas Amish.
El auge del movimiento «anti-woke»
Otro factor decisivo fue el movimiento «anti-woke», conformado por sectores rurales y conservadores que rechazan lo que perciben como una ideología «woke» invasiva promovida por los demócratas.
Temas como políticas de género, religión y educación son vistos por estos grupos como una amenaza a los valores tradicionales, lo que los acercó a las propuestas de «control gubernamental» y «libertad religiosa» de la campaña de Trump.
Según el director de «Early Vote Action», esta narrativa de excesiva intervención gubernamental «resuena profundamente en la comunidad Amish», atrayendo su apoyo.
El giro del voto latino hacia los republicanos
Otro cambio importante en 2024 fue el giro de parte del voto latino hacia el Partido Republicano. Tradicionalmente aliados a los demócratas, los latinos mostraron en estas elecciones una mayor preocupación por temas económicos, apoyando a Trump.
Según encuestas a boca de urna, el 45% de los votantes hispanos optaron por Trump, un aumento significativo respecto al 32% de 2020. Temas como la inflación, el precio de productos básicos y la percepción de que el exmandatario podría estabilizar la economía fueron decisivos.
La conjunción de estos factores, sumados a una efectiva estrategia republicana de movilización del voto, resultó en un triunfo de Donald Trump que revirtió el resultado de 2020 en este estado clave.
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