8500 niños mueren de hambre al día, pero muchos famosos, políticos y MILLONARIOS, se han dedicado durante días a sacar pecho y donar millonadas para Notre Dame, mientras exista un solo niño que no tenga para comer, estas cosas jamás podré entenderlas
Lo siento pic.twitter.com/EBMEFGwErn— εℓ αвυ (@ElAbu__) 18 de abril de 2019
Para aquellos necios que repiten sus frases básicas de: «lo que se recaudó para reconstruir la Catedral de #NotreDame debería regalarse a los pobres en lugar de para el edificio».
Bueno, no voy a detenerme a exhibirles las razones por las que ese es un pensamiento tan retorcido. Pero ya que son tan inmanentes y materialistas, seré más pragmático.
Ese dinero pagará arquitectos, ingenieros, albañiles, artistas, pintores, escultores, decoradores, contratistas, herreros, carpinteros, abogados y hasta uno que otro físico o matemático. Cada uno con sus familias que mantener. Ni hablar de los materiales y lo que significa en una industria tan productiva como la construcción.
Luego. No sé si sepan, pero la Catedral es más visitada que la mismísima Torre Eiffel por fieles y turistas de todo el mundo, cada día del año. Como patrimonio artístico y de culto es invaluable; tanto, que es una de las principales fuentes de ingreso de la Iglesia (que es usado para mantener sus miles de instituciones de caridad en el orbe) y del Estado francés, cuya derrama en mercados secundarios es tan profunda que hasta el dueño ateo de una cafetería aledaña invertiría en su reconstrucción.
Y lo más importante, ningún pobre ha salido de su miseria regalándole dinero. Y si tanto les enferma nuestra Iglesia, vayan de voluntarios al África, o a cualquier otra parte, a hacer lo que mi amada Iglesia hace gratis en esos sitios. Y entonces veremos qué tanta moralidad presumen.
De: Carlos Humberto.