Con distintos pretextos y aún con tratos o palabras peyorativas, algunos sacerdotes niegan a los fieles la comunión en la boca y les imponen recibirla en la mano. Cuando los fieles apelan a su Derecho, les tratan de “soberbios, desobedientes y faltos de humildad”.
Y cuando cuestionan el por qué de la imposición, les dicen que esas “son las instrucciones de la Arquidiócesis”, dadas en alguna reunión. Pero cuando escriben allí, les responden verbalmente negando que se haya emitido tal directriz. ¿Qué es lo que rige realmente?
Al respecto, cabe recordar y reiterar la disposición de la Conferencia Episcopal de Colombia en su Comunicado 44.1 del 10 de marzo de 2020, que en su numeral 3, dice literalmente:
3. Hemos invitado a comulgar preferiblemente en la mano, previa catequesis sobre la manera como se debe hacer. No obstante, también podrán comulgar en la boca quienes, por distintas razones, manifiestan su deseo y opción de recibir la Eucaristía de este modo. Como lo ha enseñado la Iglesia, no se impondrá una u otra manera de comulgar.
Comunicado de la Conferencia Episcopal, numeral 3.
Al respecto, puede volver a leer nuestra publicación:
Comulgar en la boca es un derecho de los fieles a pesar del coronavirus: Conferencia Episcopal | Razon+Fe (razonmasfe.com)
Puede leer también:
La reverencia de los fieles para recibir la Comunión… (razonmasfe.com)
Para recordación, citamos y reiteramos algunos textos y documentos del Magisterio Eclesial, como la Instrucción Redemptionis Sacramentum, específicamente referidos al tema:
[92.] Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca,[178] si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas.
Instrucción “Redemptionis Sacramentum“.
Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano.[179]
[186.] Todos los fieles participen en la santísima Eucaristía de manera plena, consciente y activa, en cuanto es posible; [293] la veneren con todo el corazón en la piedad y en la vida.
Los Obispos, presbíteros y diáconos, en el ejercicio del sagrado ministerio, se pregunten en conciencia sobre la autenticidad y sobre la fidelidad en las acciones que realizan en nombre de Cristo y de la Iglesia, en la celebración de la sagrada Liturgia.
Cada uno de los ministros sagrados se pregunte también con severidad si ha respetado los derechos de los fieles laicos, que se encomiendan a él y le encomiendan a sus hijos con confianza, en la seguridad de que todos desempeñan correctamente las tareas que la Iglesia, por mandato de Cristo, desea realizar en la celebración de la sagrada Liturgia, para los fieles. [294] Cada uno recuerde siempre que es servidor de la Sagrada Liturgia.[295]
En síntesis:
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