Los libertarios quieren apropiarse del cristianismo para sus fines nefastos, pero este artículo nos demuestra que el libertarismo no es compatible con la doctrina cristiana.
Por: Miguel A. Rocha, escritor boliviano
El que gobierna este mundo es Satanás. O usted sirve a un señor malo o usted sirve a un Señor bueno. Todos nosotros somos esclavos de un señor malo, por eso vino Jesús como redentor de la humanidad. Redentor significa comprar de vuelta. Jesús con su sangre derramada en la cruz del calvario, compró de vuelta a todos nosotros esclavos de un señor malo. Jesús con su preciosísima sangre nos compró de vuelta para que podamos acceder a la vida eterna junto al Padre. ¿Recuerdan al hijo pródigo? que pidió toda la parte de su herencia y se despidió de su casa, se fue a derrochar todo lo que tenía en comida, bebida y mujeres mundanas, hasta que no tardó mucho en pasar a ser prácticamente un esclavo de un señor malo, al punto de desear comer la comida de los puercos. Y pensó entonces este joven, mejor volveré a la casa de mi padre y le pediré perdón y que me acepte para trabajar como uno de sus criados. Su padre al verle llegar fue a su encuentro y lo recibió con tanto amor y felicidad que ordenó a sus criados preparar una fiesta por el regreso de su hijo perdido. Así se alegra el Señor cuando decidimos volver nuestro rostro hacia Él y hacer su voluntad.
La libertad es una dádiva de Dios, pero usted solo será libre si se somete a la voluntad eterna de Dios, si hacemos su voluntad; y si nosotros no hacemos la voluntad de Dios, seremos esclavos. Las personas piensan ingenuamente que libertad es tener la capacidad de escoger cualquier cosa, no, eso no es libertad, eso se llama libre albedrío. El Señor nos dio el libre albedrío sí; pero, hacer uso de su libre albedrío no significa ser libre o “vivir en libertad”.
Supongamos que usted en el uso de su libre albedrío entra en una jaula, se encierra, echa llave y destruye la llave; Ud. generó esclavitud. Cuando usted se entrega a las drogas o al homosexualismo, o a cualquier otro consejo del enemigo, genera su propia esclavitud. Y si en el uso de su libre albedrío usted decide someterse a la voluntad eterna de Dios, eso genera libertad. Por lo tanto, libre albedrío genera dos cosas, y está en sus manos la elección; o usted sirve a un Dios bueno, o usted sirve a un dios malo. La libertad, el ser libre está en seguir la voluntad eterna de Dios; el no seguir la voluntad de Dios termina en esclavitud, usted no es libre.
Ahora, no comparto el pensar o decir que Dios es “libertario”, porque es a favor del libre albedrío o porque es a favor de que cada uno viva según su voluntad porque respeta las decisiones individuales etc., etc., eso es como reducir a Dios al mero pensamiento humano, Dios está por encima de cualquier doctrina humana. Dios no puede ser comprendido por la mente humana. Cuando san Agustín estaba meditando cerca de una playa sobre el misterio de la Divina Trinidad, sobre cómo se puede explicar que Dios sea tres y uno a la vez: Padre, Hijo y Espíritu Santo. De repente entonces vio a un niño que estaba jugando en la playa con un balde de agua, y san Agustín se acerca y le pregunta: hey niño ¿qué estás haciendo? – ah estoy trayendo toda el agua del mar y poniéndolo en este hueco – el Santo responde: pero ¿cómo? eso es imposible. Y el niño le dice – es más fácil traer toda el agua del mar para este hueco a que tu comprendas el misterio de la Santísima Trinidad – san Agustín, al escuchar esto casi que entra en shock con la respuesta y enseguida el niño desapareció. La mente humana no puede comprender Dios, por eso que no es correcto que digamos que Dios es “libertario” o que Jesús es “socialista” como dicen los adeptos de la maligna teología de la liberación.
Dios dio al hombre el libre albedrío, pero eso no significa vivir en libertad, porque este libre albedrío generaría dos cosas, o usted es libre sirviendo a un Dios bueno o usted es esclavo sirviendo a un dios malo. La libertad es un estado en el cual usted tiene la capacidad de poder elegir aquello que te hace bien. Pero si usted solo tiene capacidad de poder elegir aquello que te destruye, entonces usted no es libre, usted es esclavo. El Señor no quiere que seamos esclavos del que gobierna este mundo, sino no hubiera enviado a su Hijo unigénito como nuestro salvador para comprarnos de vuelta con su sangre derramada, para que todo aquel que crea en Él sea salvo. Podemos decir entonces que libre albedrío comienza con una libre elección y termina en la vida eterna con Dios o termina en el fuego eterno que fue preparado para satanás y sus ángeles.
El infierno es una invención angélica, Dios no creó el infierno para los seres humanos, el infierno fue lo que los ángeles caídos crearon con su desobediencia a Dios, pero los seres humanos somos arrastrados para este lugar de tormento eterno, cuando decidimos escuchar y hacer la voluntad del demonio, y no la de Dios. Ahora si usted piensa – ah no, yo no hago caso al diablo – yo hago caso apenas a mí mismo, hago mi propia voluntad – pues, es eso mismo lo que el diablo quiere; que hagas tu voluntad y no la del Señor. Por tanto, si hacer uso del libre albedrío es ser libertario, entonces Dios no es libertario, porque Dios quiere que seas salvo, y solo someternos a su voluntad eterna lleva a la salvación. En ese caso Libertario sería satanás quien quiere que hagas tu voluntad por encima de la voluntad del Señor.
Miguel Ángel Rocha (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1981) escritor, ingeniero civil por la Universidad Autónoma ‘Gabriel René Moreno’ (UAGRM, 2004). Desde 2018, viene realizando estudios de ciencia política, centrándose en el p. Paulo Ricardo y Olavo de Carvalho. A comienzos de 2021, preparó su libro La estrategia para dominar occidente, publicado por la editorial Viseu en 2023, en la capital del oriente boliviano.
Fecha de redacción: 6 de septiembre de 2024
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