San Alfonso explica magistralmente con gran detalle como Dios castiga, haciendo claras y oportunas advertencias sobre las graves consecuencias de ofender y abusar de la Divina Misericordia y burlarse de la Justicia de Dios.
En esta entrega dos de sus más reconocidos y memorables sermones, el de número de pecados y abuso a la Divina Misericordia.
La Justicia y la Divina Misericordia, son dos expresiones inseparables de Dios, van de la mano en todo momento respetando la esencia de Dios que es amor y su carácter infinito.
El presente artículo está conformado por una compilación de citas que comprueban que Dios si castiga.
«De ahí deriva también una de las verdades fundamentales de la fe religiosa, basada asimismo en la Revelación: o sea que Dios es un juez justo, que premia el bien y castiga el mal» san Juan Pablo II en Salvifici Doloris.