Hoy: “Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos, por tu bondad y tu gracia“.
Una cosa es mover una embarcación sólo con los remos, es decir, con nuestra propia fuerza, y otra muy distinta navegar con las velas, con la fuerza del viento. Una cosa, pues, es movernos con la fuerza de nuestras virtudes, y otra, con la de los Dones del Espíritu Santo, en que nos movemos con la fuerza de Dios.
En Razón + Fe hemos publicado y sugerimos hacer la Novena al Espíritu Santo, bastante poderosa, y la única formalmente recomendada por la Iglesia. Traemos la versión original. Es breve, y constituye una auténtica joya espiritual:
Además del Decenario, también se puede hacer la Consagración al Espíritu Santo con el Padre Astolfo Moreno, como preparación para el Día de Pentecostés.
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