El corresponsal Ed Condon del portal de noticias CNA (Catholic News Agency) del grupo Ewtn Aciprensa, reveló que un fondo de la Secretaría de Estado del Vaticano destinado para invertir en bienes de la iglesia, fue utilizado para comprar bonos de deuda a empresas señaladas de tener vínculos con la mafia italiana.
El escándalo gira alrededor del recientemente renunciado Cardenal y Prefecto para la Causa de los Santos, Angelo Becciu, quien en calidad de Secretario de Estado del Vaticano invirtió en 2012 aproximadamente 200 millones de euros en un edificio de lujo en Londres.
Becciu tuvo duros enfrentamientos con el Cardenal Pell, nombrado en 2014 Secretario de Economía para limpiar los manejos oscuros en las finanzas vaticanas, quien cuestionó el manejo de los fondos a cargo de Becciu, hasta que Pell debió salir de su cargo a raíz de un montaje de pedofilia en su contra, que terminó el año pasado con una absolución unánime de la más alta corte australiana.
Hace unos días el diario italiano El Expreso reveló que Becciu dirigió fondos del Vaticano, incluidos fondos del Óbolo de San Pedro que deben ser invertidos en obras de caridad, hacia inversiones especulativas que generaron grandes pérdidas para la Santa Sede, al tiempo que extraordinarias ganancias para los administradores de los fondos.
https://platform.twitter.com/widgets.jsAhora queda claro qué el Papa destituyó al cardenal Becciu, antes de que L’Espresso publicara reportaje sobre la forma como Becciu desvió dinero del Óbolo de San Pedro a fondos especulativos administrados por su hermano y a una empresa donde otro hermano es el mayor accionista. pic.twitter.com/pWwQBERdvn
— Razón + Fe ن (@razonmasfe) September 25, 2020
Adicionalmente se supo que utilizó fondos de la Iglesia para financiar proyectos empresariales de los hermanos del cardenal Becciu (una cervecería, una distribuidora de alimentos y una fábrica de muebles), a través de «préstamos no reembolsables».
«El Santo Padre fue elegido para limpiar las finanzas del Vaticano… Espero que continúe la limpieza de los establos», dijo el Card. Pell luego de la renuncia de Becciu.
La última arista a este escándalo, que promete nuevas revelaciones, tiene que ver con la inversión de dineros del Vaticano, a instancias de Becciu, en la compra de un apartamento en Londres en el que el Vaticano perdió cientos de millones de euros.
El negocio se hizo a través del comisionista contratado por el Vaticano Gianluigi Torzi, quien controlaba la empresa Sierra One, la cual a su vez administraba la deuda de una empresa llamada Esperia, liquidada por la Fiscalía de Nápoles por presuntos vínculos con la Camorra Italiana.
El otro socio de la empresa Sierra One era Rafaelle Mincione, quien le vendió el apartamento al Vaticano en el cual se perdieron cientos de millones de euros, negocio que le permitió liquidar sus inversiones en la firma investigada por sus vínculos con la mafia.
Medios italianos han informado que ambos hombres, Torzi y Mincione, están siendo investigados por autoridades italianas por lavado de dinero, y la renuncia del otrora poderoso cardenal se debería a la decisión de Torzi de colaborar con la justicia.
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