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El cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del próximo Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, concedió una entrevista a la publicación suiza Katch donde abordó la posibilidad de que la Iglesia apruebe en un futuro la ordenación sacerdotal de mujeres.

En la entrevista realizada por Jacqueline Straub, teóloga feminista, muestra desprecio hacia el los católicos que no rechazan la ordenación femenina, pidiendo paciencia.

«Preguntaron si la negativa al sacerdocio femenino de Juan Pablo II era vinculante para la Iglesia. Francisco respondió sabiamente: Es vinculante, pero no para siempre. Y también dijo que la teología debe seguir discutiéndolo.

– ¿Qué significa eso concretamente?

Significa que no es una decisión doctrinal infalible. Puede cambiarse. Se necesitan argumentos y tiempo.»

El cardenal contradice así a Benedicto XVI, quien en la Misa crismal del 5 de abril de 2012 recordó que Juan Pablo II declaró de manera irrevocable que la Iglesia no ha recibido del Señor la autoridad para conceder el orden sagrado a las mujeres.

Por su parte, el purpurado defiende la figura de la mujer haciendo una comparación con la samaritana del Evangelio y agrega:

Estoy a favor de que las mujeres se sientan completamente igualadas en la Iglesia y trabajaremos para ello. No sé si eso necesariamente incluye la ordenación sacerdotal. No se debe vincular todo al sacerdocio. Eso sería una clericalización. Debemos combatir eso.

Ante la pregunta de la periodista, en la que afirma que que Jesús era aconsejado teológicamente por las mujeres, el cardenal responde de manera acertada afirmando:

«Que Jesús realmente se dejara aconsejar por personas, sean hombres o mujeres, eso es cuestionable. Jesús es Dios. Sin embargo, está claro que se sentía a gusto con las mujeres en la sociedad. Y el Papa también lo hace.»

Si bien el cardenal no se pronunció de forma definitiva a favor, sí dejó entrever su postura abierta ante este debate.

«No sé si eso incluye necesariamente la ordenación sacerdotal. No se puede simplemente vincular todo al sacerdocio. Eso sería clericalización. Tenemos que contrarrestar esto», afirmó.

El cardenal luxemburgués afirmó además, haber conocido a mujeres que on vocación sacerdotal:

«- Entonces, ¿puede imaginar a mujeres como sacerdotes en la Iglesia católica romana?

Hollerich: Dejémonos sorprender.

– ¿Le gustaría?

H: Seguro: Me alegraría que las mujeres se sintieran completamente igualadas. Si eso ocurre mediante el sacerdocio o no, es algo que el tiempo dirá. Lo importante ahora es que las mujeres tengan más responsabilidad.

– Pero son dos cosas diferentes: tareas de liderazgo o un ministerio espiritual.

H: Si se intenta abarcar demasiado, no se logrará mucho. Hay que ser cauteloso, avanzar paso a paso y entonces se puede llegar muy lejos.

– ¿Ha conocido alguna vez a una mujer con vocación?

He hablado con mujeres que dicen sentirse llamadas.

– ¿Les cree?

H: Sí, lo hago. Pero la vocación no es el único criterio para la ordenación.»

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