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Una boxeadora argelina con cromosomas XY derrota a una boxeadora italiana en 46 segundos en los Juegos Olímpicos. La polémica se desata…
La pelea de boxeo femenino «liviano» entre la argelina Imane Khelif y la italiana Angela Carini en los Juegos Olímpicos de París 2024, terminó en solo 46 segundos luego de que Khelif conectara un devastador golpe al rostro de su oponente. Carini salió del ring llorando y se negó a estrechar la mano de Khelif, gritando «¡Esto es injusto!«, según informó el New York Post.
En una entrevista posterior a la pelea, Carini dijo que «nunca había recibido un golpe tan fuerte en mi vida«. De acuerdo a Yahoo Sports, se disculpó con su país por solo haber durado 46 segundos en el combate.
«Había entrado al ring para pelear. No me rendí, pero el golpe dolió demasiado y dije basta. Salgo con la cabeza en alto», expresó Carini.
Angela Carini
La razón de la abrumadora superioridad física de Khelif radica en que posee cromosomas XY, propios de los hombres, de acuerdo a una prueba de elegibilidad realizada en 2023 por la Asociación Internacional de Boxeo, la cual descalificó a Khelif del Campeonato Mundial de ese año. Si bien las mujeres suelen tener cromosomas XX y los hombres XY, en algunos casos de desórdenes en el desarrollo sexual, una persona puede presentar ambas características sexuales: masculinas y femeninas.
Khelif nunca se ha identificado públicamente como transgénero ni ha revelado padecer ningún desorden de desarrollo sexual, por lo que la razón de su condición cromosómica sigue siendo un misterio [En realidad, hay una explicación científica – N. de R.]. Otra boxeadora con cromosomas XY que competirá contra mujeres en Paris 2024 es la taiwanesa Lin Yu-ting, quien también fue descalificada del Campeonato Mundial de 2023 por sus pruebas cromosómicas.
Tanto Khelif como Lin ya habían competido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 antes de que se conocieran los resultados de esos exámenes. La decisión del Comité Olímpico Internacional de permitir que hombres biológicos que se autoidentifican como mujeres compitan en deportes femeninos ha generado una gran polémica.
Mary Rice Hasson, directora del Proyecto de Identidad y Persona del centro de políticas públicas Ethics and Public Policy Center, manifestó a la agencia católica de noticias CNA que un desorden en el desarrollo sexual «no hace que alguien ‘no sea masculino'» y que «la genética no miente«.
Hasson calificó la decisión del COI como «inconcebible» y que «expone ante el mundo el carácter absurdo de la farsa ‘transgénero‘». Agregó que «los machos y las hembras son biológicamente diferentes desde la concepción, y el sexo no puede cambiarse». Considera también que la «corrección política» del COI viola «el verdadero espíritu olímpico de competencia justa» y «degrada y pone en peligro a las competidoras femeninas».
La ex nadadora Riley Gaines, quien compitió contra la transgénero Lia Thomas en la universidad, escribió en sus redes sociales que la pelea olímpica «es violencia masculina glorificada contra la mujer. Llámenme loca, pero parece que las mujeres no quieren ser golpeadas en la cara por un hombre mientras el mundo mira y aplaude».
El próximo combate de Khelif está programado para el sábado contra la húngara Luca Anna Hamori. Por su parte, el debut de Lin Yu-ting será el viernes contra la uzbeka Sitora Turdibekova. Se espera que ambas peleas desaten nuevas críticas y polémicas sobre la participación de atletas transgénero y con desarrollo sexual atípico en competencias femeninas.
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