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Olor a brujería en la izquierda de la “Colombia Humana”

Escrito por Redacción R+F

Un presunto acto de hechicería que pasó inadvertido hace más de cuatro años, en medio de las protestas por la destitución del entonces alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, sale a la luz pública a través de un video. Son conocidos los antecedentes en Colombia de la relación entre política y brujería, así como en la Venezuela chavista. Entre menos religión o Fe en Dios, más superstición, explica un sacerdote. Un investigador llama la atención sobre el uso supersticioso que hace el candidato presidencial del crucifijo e, incluso, ofrece indicios que relacionan a Carlos Marx, referente ineludible de la izquierda, con el satanismo. Investigación de Razón+Fe.

El 13 de enero de 2014 la Plaza de Bolívar de Bogotá volvió a ser el escenario de protestas en contra de la destitución del alcalde Gustavo Petro. Ese día la Procuraduría confirmó la sanción de primera instancia tomada en diciembre, desde cuando el mandatario local convocaba manifestaciones en favor suyo. Y ese mismo día ocurrió algo inédito hasta ahora, precisamente al pie del organismo de control (a pocas cuadras de la Plaza), interpretado por algunos testigos como un acto de brujería contra el entonces procurador, Alejandro Ordóñez, blanco del bullying petrista.

“En las horas de la tarde, una mujer vestida de negro, en la plaza de toros La Santamaría, derramó sangre y habiéndose descalzado pisó el charco de sangre y se dirigió hasta la Procuraduría dejando huellas, manchando el piso y cada tanto se bañaba los pies con más sangre (…) una vez llegó a las escalinatas de la Procuraduría las anduvo de lado a lado, y después tiró sangre contra la entidad (al parecer con un balde), quedando chorreadas las escaleras”.

Este relato hace parte de un correo electrónico al que tuvo acceso R+F, difundido por un grupo de jóvenes católicos que, en contrapeso a las protestas de grupos LGTBI y demás petristas, estuvieron presentes en el sector para esa época y hablaron directamente con quienes vieron a la mujer.

La primera pregunta que muchos se hicieron fue: ¿estuvo Gustavo Petro detrás de este acto o fue realizado con su consentimiento? Nuestra investigación no logró confirmar ni controvertir tal hipótesis. Según este mensaje la mujer estaba sola, de modo que si fue un acto de brujería, habría sido un hecho aislado. Y no logramos identificar a la mujer ni a quienes estuvieron detrás de su actuación.

“Sí fue una coincidencia -sostiene el joven que redactó la petición de oración- que justo tras un acto administrativo, destituyendo a un funcionario, hubiera estas manifestaciones con temas de santería y brujería”.

Tras las huellas de la “sangre” derramada

Isabel Urueña, mujer trigueña y de ojos saltones, lleva 30 años trabajando como vendedora informal en la esquina de la calle 16 con carrera quinta, a un costado del tradicional café Chantonner y diagonal al edificio de la Procuraduría. Ella asegura que vio a la mujer, quien venía de la Carrera Séptima: “la señora apareció con un balde, hasta yo dije: ‘ve, ¿esta loca de dónde salió?’ Me pareció que estaba un poquito chifladonga, porque se paró ahí y se untaba los pies, dejó las huellas, siguió, allá paró y llegó a manchar el piso”.

Isabel Urueña señala el punto exacto, en frente de su puesto ambulante, donde la extraña mujer paró y dejó sus huellas.

Isabel Urueña señala el punto exacto, en frente de su puesto ambulante, donde la extraña mujer paró y dejó sus huellas.

La vendedora, sin embargo, asegura que la sustancia le parecía más pintura que sangre: “por el olor, ella -la mujer- dejó penetradito siempre el olor”. Eso haría pensar que se trató más bien de un performance (una forma cada vez más popular de activismo artístico político,  – ver ejemplos aquí -), que de una invocación a las fuerzas del mal con fines políticos.

Pero el performance es una forma de protesta “artística”, que logra su objetivo a través de la difusión de su actuación en la opinión pública, ya sea a través de los “me gusta” de las redes sociales, o de su registro en los medios masivos de comunicación. Ordóñez fue objeto de varios performances durante su tiempo como procurador, los cuales fácilmente encontraron espacio en los medios de comunicación (dos ejemplos se pueden ver aquí y aquí).  En este caso, por el contrario, no se encontró ningún rastro en medios de comunicación ni redes sociales que hicieran pensar que esa fuera la naturaleza de la actuación de la mujer.

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Diciembre de 2013

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Septiembre de 2016

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R+F tuvo acceso a otras imágenes de un archivo particular, las cuales confirmarían que la mujer venía en dirección norte-sur, lo cual hace probable que caminara desde la Plaza de Toros. En cambio, teniendo en cuenta que las imágenes fueron tomadas el 15 de enero, la apariencia tenue de las huellas no parece consistente con la hipótesis de que el líquido fuera pintura, pues dos días después de pintadas las manchas los contornos habrían sido más nítidos y el color más vivo.

Este video del acto, con fecha lunes 13 de enero de 2014, es la prueba reina del derramamiento de la extraña sustancia al pie de la Procuraduría:

Del análisis del video se concluye que en la acción participan al menos tres personas: la mujer de blusa negra que se mantiene de pie -ya calzada- ante el edificio; detrás suyo está un joven tomando fotos, y a su lado izquierdo un acompañante de apariencia masculina. La mujer permanece un tiempo erguida de cara al edificio de la Procuraduría, con los brazos flexionados frente a su pecho (¿leyendo algo, haciendo algún gesto mágico con las manos?), luego mira hacia su derecha, se agacha, levanta el balde que está a sus pies y lanza con fuerza una sustancia de un color vinotinto hacia el andén. Un fotógrafo permanece en el sitio registrando lo ocurrido, como si estuviera por su cuenta, mientras la mujer se dirige hacia su acompañante y juntos se devuelven hacia la Plaza Santander, es decir, siguiendo la misma ruta señalada por las fuentes antes consultadas.

R+F logró hablar con uno de los encargados del servicio de seguridad en la Procuraduría de aquella época, quien pidió reserva de su nombre, para quien es evidente que se trató de una expresión de rechazo y desprecio ante la destitución e inhabilidad de Gustavo Petro (revocada luego por el Consejo de Estado, lo que le permitió hacer campaña presidencial en esta ocasión). Aunque esta fuente no vio directamente a la mujer, sí vio la mancha que empezaba a secarse, y según él, expelía fuertes olores.

“La sustancia era roja y el olor hediondo totalmente, como el olor de la sangre cuando sacrifican animales en un matadero. No se puede comparar con el olor de una pintura, que es un químico, sino clasificarla con el olor de una sustancia orgánica, nauseabunda y más parecida a sangre. Podría ser una mezcla de varias cosas”, afirma el testigo. Confirmó, además, que con el agua es más fácil y rápido quitar una mancha de sangre que una de pintura, como hizo el servicio de aseo de la entidad una hora después de sucedido, pues el olor no daba más espera.

En el despacho de Ordóñez respondieron con oraciones

Al menos seis funcionarios que trabajaban en ese momento con Ordóñez fueron contactados por R+F, confirmando que este hecho tensionó aún más el ambiente de esos días dentro de la Procuraduría, cuyo perímetro tuvo que ser cercado con vallas ante los frecuentes plantones que hacían los simpatizantes de Petro. “Estábamos alarmados, se comentaba que se trataba de magia negra, sobre todo como rechazo a las propias creencias religiosas, especialmente las del procurador”, narra Amparo Franco, quien en ese momento era asesora del despacho y persona de confianza del exjefe del Ministerio Público.

Por solicitud del mismo Ordóñez esa misma semana fueron dos sacerdotes a su oficina para orar y aplicar los sacramentales establecidos por la Iglesia Católica, como la señal de la Cruz y la aspersión de agua bendita. “Se hizo como medida de precaución, por la zozobra en la que estábamos y recordando que semanas antes una cantidad de gais convocaron por Facebook para ir a profanar la iglesia donde el Dr. Ordóñez iba a misa”, cuenta el funcionario que contactó a los sacerdotes y quien también dijo haber visto “el charco de sangre”.

Canal Capital (canal oficial de la Alcaldía de Bogotá) registró con simpatía el acto de acoso realizado por el grupo “Bogotá Atea” contra la comunidad católica de la parroquia a la que asistía Alejandro Ordóñez:

Frente a lo ocurrido con la mujer y el vertimiento de la extraña sustancia, “no le di mucha trascendencia, pero sí actué como cualquier cristiano al acudir a los sacramentales frente a esas amenazas y conductas, para contrarrestar cualquier maldad contra los integrantes de la institución”, admitió el exprocurador, quien afirmó además que fue la única vez, en sus ocho años en el cargo, que supo de un un acto de ese tipo, “al menos en público”.

Finalmente aseguró que no sufrió ningún daño personal, teniendo en cuenta que la brujería, específicamente la hechicería (combinación de conjuros, rezos y elementos materiales), busca por lo general ocasionar daños a terceros.

Sin embargo, R+F pudo establecer con personas cercanas al entorno personal del exprocurador que después de ese presunto acto de magia negra ocurrieron dos situaciones en la misma residencia de Ordóñez, que podrían relacionarse con lo sucedido y que hacen pensar que continuaban los actos de la presunta brujería: en una misa que realizaron en su apartamento (pues por seguridad optó por no volver durante un tiempo a su acostumbrada parroquia), en plena consagración del pan y el vino apareció una rata por la chimenea; y por otra parte, el equipo de sonido, que últimamente se prendía solo en las madrugadas, empezó a encenderse más a menudo, algo que solo cesó cuando él salió del cargo, a finales de 2016.

Varias fuentes consultadas por este medio, incluso el mismo Ordóñez, confirmaron también que por esa época se supo de la presencia de babalaos o “sacerdotes” santeros de Cuba en Chía (Cundinamarca). Una de las fuentes comentó que: “se supo que hicieron unos rituales de sacrificios con animales, lo cual se repitió después para las elecciones presidenciales de ese año y creería, por eso, que no tendría tanta relación con Petro”. En todo caso vale la pena anotar que el exalcalde de Bogotá fue una ficha clave en la reelección de Juan Manuel Santos. Esto recuerda, además, la polémica generada en septiembre de 2016 por los rituales en Cartagena previos a la primera firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc (ver y ver).

Imagen: El Heraldo. Nota: “Yorubas celebran ceremonia de paz en medio de polémica”.

La santería o “religión yoruba” es un tipo de sincretismo que mezcla costumbres africanas (de Nigeria), ocultismo occidental y simbolismo cristiano; un culto predominante en Cuba que tuvo sus raíces en la época de la colonización española, cuando los esclavos negros denominaron con nombres de santos de la Iglesia Católica a sus deidades y demás espíritus que todavía son invocados, y a quienes les ofrecen sacrificios de animales a cambio de un favor como perjudicar a un enemigo.

Aunque no se pudo establecer una conexión directa entre aquellos santeros en Chía y el vertimiento de la sustancia roja al pie de la Procuraduría, en el centro de Bogotá, su común fundamento en el esoterismo enlaza ambos hechos con la realidad del mal: “sin el demonio, que provoca estas perversiones de la Creación, no podría existir todo este mundo del ocultismo y de la magia (…) Se ofrece una entidad aparentemente divina que nos inspira sobrenaturalidad. En cambio, no son más que una parodia de lo divino. Poderes, pero poderes en decadencia, simples ironías contra Dios”, como explicaba el cardenal Joseph Ratzinger (quien sería luego el Papa Benedicto XVI).

¿Un conjuro de muerte política?

Precisamente el satanismo no resulta tan “oculto” en esta historia. Si se miran las fechas del calendario satánico, el 7 de enero de cada año se celebra el “día de la sangre animal o del sacrificio humano”, justo seis días antes de lo ocurrido en la entrada de la entidad oficial. ¿Mera coincidencia?

Un laico comprometido, quien también pidió reserva de su identidad y se dedica con autorización de un sacerdote a realizar oración de liberación en las casas de los fieles, le explicó a R+F que lo que se observa en el video de la Procuraduría pudo corresponder a “riegos de ruina o ataduras”.

Por su parte, el padre José Alberto Castiblanco, terciario capuchino en una parroquia de Bogotá, precisa que al usar sangre “se hace una imitación del sacrificio del Cordero, que es Jesucristo, no para invocar y traer un bien sobre sí o por otros, sino por el contrario, invocando el poder de Satanás para que haga daño donde vive o mantiene la persona que se quiere afectar, con una clara intención de odio”.

Según el religioso, que ha estudiado el tema por años, lo que revela el video se pudo tratar de una maldición a través de un conjuro, y teniendo en cuenta el contexto en que se dio, en el que Ordóñez sería la “víctima”, el ritual sería para ofrecerle sangre a Satanás a cambio de que le haga daño al exprocurador. “Por eso tiene sentido que él haya solicitado la ayuda de los sacerdotes, porque la brujería hace daño”, concluye el sacerdote.

¿Y qué tipo de perjuicio habrían querido provocarle a un alto funcionario como el entonces procurador? Una lectura no descabellada apuntaría a la muerte política de Ordóñez, teniendo en cuenta que, según el laico comprometido: “entre los políticos se ‘rezan’ para generar ataduras, por ejemplo, para que no consigan firmas para sus campañas”, recordando cómo hace dos años y medio hizo oración de liberación para un político “atado” por brujería.

De hecho, en redes sociales de diferentes grupos católicos están pidiendo oración por Iván Duque, quien disputará frente a Gustavo Petro la segunda vuelta a la presidencia de Colombia, para protegerlo de presuntos conjuros que le habrían hecho.

Imagen tomada y editada de la Encuesta Gallup Colombia # 123.

Imagen tomada y editada de la Encuesta Gallup Colombia # 123.

En ese contexto es llamativo cómo, a partir de la destitución de Petro, tras cinco años en el cargo de Procurador llenos de ataques y polémicas, y justo después del posible conjuro de “atadura de muerte política”, la imagen negativa de Ordóñez por primera vez superó la positiva. Imagen que pocas veces logró recuperar (siendo el triunfo del NO en el plebiscito su mejor momento, pero que finalmente se hundió luego de que varios de sus enemigos intentaran vincularlo con el escándalo de Odebrecht).

Lo cierto es que ante los medios de comunicación la destitución de Petro, con la consiguiente inhabilidad de 15 años para postularse a cargos de elección popular, fue vista como exagerada (aunque pocos entendieron que la graduación de la sanción la imponía la misma ley, el Código de Derecho Disciplinario de aquel entonces), y muchos factores, más allá de la brujería, han confluido en la imagen negativa que del exprocurador predomina en la opinión pública.

Por otro lado, habría que decir que si el objetivo de tal hechizo era “la muerte política” de Alejandro Ordóñez, tal cosa no sucedió. Por el contrario, a pesar de tener en contra a las fuerzas más poderosas que moldean la política y la opinión pública (el Gobierno de Santos, el Pastranismo y las altas cortes, los medios de comunicación, la élite académica progresista, las Farc y organizaciones Feministas, LGTBI y demás), Ordóñez consiguió hacer una digna campaña presidencial en representación de la Colombia cristiana y creyente, haciendo luego parte de la coalición de centro derecha -a pesar de varios intentos de excluirlo-, y es muy factible que cumpla un papel protagónico en el próximo gobierno.

Política y brujería: viejos amigos

“Cuando hay corrupción, hay brujería, y si hay pecado, encaja mucho más”, sentencia el laico comprometido. “¿Que estas prácticas están al servicio de la búsqueda de poder, bienes y placeres, con los cuales el demonio tentó a Jesús en sus 40 días en el desierto? ¡No lo dude!”, agrega el sacerdote.

La relación entre política y brujería en Colombia data de décadas atrás, particularmente cuando la práctica corruptora del narcotráfico se enquistó, como se dice, “hasta los tuétanos”. El libro La bruja (1994), del periodista Germán Castro Caycedo y basado en hechos reales, evidencia cómo un gobernador de Antioquia, un presidente y un expresidente de Colombia, entre otras figuras políticas, acudieron entre los años de 70 y 80 adonde una mujer de Fredonia (Antioquia) que practicaba brujería para obtener favores económicos, familiares y sentimentales. Lucrecia Gaviria Díez (Amanda Londoño en el libro), que ayudó también al narcotraficante Jaime Builes, fue exorcizada por monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, entonces Obispo de Sonsón y Rionegro.

Hasta en la propia Casa de Nariño han sido testigos de actos de brujería, como lo confirmó en su momento la esposa del expresidente Ernesto Samper (1994-1998), cuando descubrieron, con la ayuda de una adivina, bolsitas negras en el despacho presidencial. “Recuerdo que había una hecha en gasa negra que parecía una mariposa; en su interior había un diente, tierra, pelos y un dólar partido por la mitad; también encontramos medallas de San Benito patas arriba”, narró la ex primera dama a la Revista Semana.

Otros países latinoamericanos han escrito sus propios capítulos al respecto. En Argentina, por ejemplo, el entonces presidente Juan Domingo Perón ratificó en el cargo de ministro de Bienestar Social, en 1973, a José López Rega, conocido como “El Brujo” por su cercanía a logias como la Masonería y los Rosacruces, y su “fe” en el horóscopo. Tras la muerte del presidente y en el mandato de “Isabel” de Perón -quien era la vicepresidenta-, Rega adquirió tal poder que buena parte del gabinete lo conformaban hombres de su confianza, que él mismo promovía.

En esto es importante precisar la relación entre las logias masónicas y el satanismo, el cual -como señalaba el hoy Papa Emérito- es el fundamento del mundo del ocultismo o esoterismo. El exmasón francés Serge Abad-Gallardo le contó al portal ACI Prensa que, además de desvirtuar a Jesucristo, criticar a la Iglesia Católica y al Papa, en el ritual del inicio del año masónico “se le daba gloria a Lucifer”. “Ellos no dicen que se trata del diablo, sino que toman la etimología de la palabra y dicen que es ‘el portador de luz’”.

Escenas de la telenovela La Bruja de Caracol TV.

La izquierda: del ateísmo a la superstición

Ahora bien, ¿qué evidencia el reflejo de la brujería y demás fuerzas ocultas, puntualmente, en la izquierda colombiana?

“Se puede empezar por el logo del nuevo partido político de las Farc, que usa la rosa de los Rosacruces y la estrella de cinco puntas relacionada también con el satanismo”, responde el laico dedicado a la oración de liberación.

Imagen izquierda: Internet. Imagen derecha: perfil de Facebook.Imagen izquierda: Internet. Imagen derecha: perfil de Facebook.

Imagen izquierda: Internet. Imagen derecha: perfil de Facebook.

En efecto, los primeros análisis del logo de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común -nombre al que mutó el grupo guerrillero- relacionaban la rosa con la imagen de la socialdemocracia europea y, a su vez, con el rosacrucismo. Mientras que instrumentos como la biblia satánica usan una estrella de cinco puntas en la portada, símbolo de adoración al maligno.

Y si se mira a la guerrilla en pleno conflicto armado, en las selvas colombianas, también se encuentra información. El padre Castiblanco, que trabajó varios años en un centro de menores al sur de Bogotá y atendió a jóvenes que habían sido reclutados por la guerrilla, asegura que en sus filas había brujos que invocaban espíritus y les hacían “cruces” a los guerrilleros para protegerlos de las balas, tal como muestra el documental “Guerra Paranormal” difundido en 2013 por The History Channel.

Voces escépticas podrían plantear que estas prácticas estarían más ligadas a los guerrilleros rasos y a un asunto más cultural propio de su idiosincrasia, lejos de la ortodoxia ateísta de los líderes de las Farc por su ideología marxista-leninista y raíces comunistas. No obstante, el abogado y docente universitario Rafael Durán, quien conoce a fondo las doctrinas de inspiración marxista, plantea una relación más estrecha en el origen satánico de la lucha revolucionaria:

“Que el tema del demonio les preocupe a los marxistas es cuestión que no la sé, pero sí que ven en él un símbolo, por lo menos, de la rebeldía y del odio contra toda superioridad en el orden del universo, así que no dudan en tenerlo como ejemplo y modelo de sus rebeldías sociales, culturales, económicas, políticas. El demonio es el eterno oprimido, el excluido, el marginado. Dios sería el opresor, el que excluye y el que margina. Nada, pues, debe ser más odiado que la religión católica con sus dogmas y su moral. Así, la brujería y el satanismo serían la religión de los oprimidos, los excluidos y los marginados. Religión, o espiritualidad, como se dice ahora, completamente afín a la ideología marxista”.

Incluso hay indicios del posible ocultismo que “profesaría” el mismo Carlos Marx, precursor de la ideología ateísta y quien hizo célebre la frase: “la religión es el opio del pueblo”, como le explica a R+F el abogado José Alejandro Hofmann, coautor del libro “Socialismo latinoamericano: Notas Críticas”, que publicarán próximamente la Universidad Sergio Arboleda y la Universidad Cervantes, en el que aborda precisamente el probable carácter satánico de Marx y Hugo Chávez:

“Pese a que niega toda realidad sobrenatural, fruto de las corrientes racionalistas de los siglos XVIII y XIX, al escrutar la biografía de Carlos Marx se encuentra que él mismo, después de haber crecido en una familia de origen hebreo y recién convertida al protestantismo, fue en sus primeros años un cristiano y en un momento dado cambia de posición, como lo reflejan poemas escritos en su juventud. También existen evidencias de que les contaba a sus hijas historias de orden diabólico y en sus últimos años de vida se encerraba con unas velas negras, ataviado con cintas del mismo color, a practicar determinadas cosas extrañas”. De esto da fe el libro Marx and Satan, escrito en 1976 por el pastor rumano Richard Wurmbrand.

¿Una extraña paradoja? Asiente el investigador Hofmman: “existen evidencias de que jerarcas de la Unión Soviética tenían relación con grupos diabólicos, imponiendo varios ‘Padre Nuestro’ arrevesados que cito en el libro, propio de cultos satánicos, como hoy sucede en la Venezuela chavista”.

Incluso, el Gobierno Ruso de Vladimir Putin ordenó en 2017 al Comité de Instrucción de ese país (equivalente a la Fiscalía en Colombia) iniciar una investigación para determinar si el último zar ruso, Nicolás II, y su familia fueron fusilados en 1918 en el marco de un “asesinato ritual”. En una conferencia realizada el 4 de diciembre de 2017 en el Monasterio Srétenski, situado en pleno centro de Moscú, se dio a conocer que el orientalista ruso y estudioso del ocultismo, Mijáil Skariatin, dijo haber descifrado una de las inscripciones halladas en el lugar del fusilamiento del Zar por parte de bolcheviques judíos, la cual según él decía: “Aquí por orden de la fuerzas ocultas el Zar fue ofrecido en sacrificio con el fin de lograr la destrucción de Rusia” (ver más información aquí).

En cuanto al fallecido presidente de Venezuela, a quien hasta veneran como si fuera la “reencarnación” de una deidad con el espíritu de “El Libertador”, el periodista venezolano David Placer reveló en su libro “Los brujos de Chávez” (2015) una detallada radiografía de la relación del líder bolivariano y de su gobierno con la brujería, la santería cubana y la palería. Esta última es otra práctica ocultista, también de raíces africanas, que hace rituales con huesos de seres humanos con el fin de obtener para sí o quien lo pide las cualidades o fortalezas del difunto.

De ahí que la exhumación del cuerpo de Simón Bolívar, que ordenó realizar Chávez en 2010, resultó tan enigmática que hoy se habla de “la maldición de Bolívar”, la cual habría cobrado la vida de varios de quienes estuvieron presentes esa madrugada, incluyendo la del mismo presidente. Lo cierto es que hoy en Venezuela es cada vez más frecuente la profanación de tumbas, no solo por la propagación de la palería, sino también como negocio del mercado negro.

Bastante interesante resulta la conclusión a la que llega Hofmann sobre los nexos entre Chávez y Marx con el satanismo: “en mi libro se postula, como figura metafórica y adecuándose muy bien a lo sucedido con el Chavismo, que el Comunismo es la ‘bestia escarlata’ del Apocalipsis, que según la Biblia es aquella que ya no era y vuelve a ser. Encontramos que el Comunismo después de 1991 ya no fue, porque se cayó la Unión Soviética, y sin embargo ha resurgido en varios países, incluyendo de Latinoamérica. Podríamos decir que el Socialismo del siglo XXI es el Comunismo del siglo XX. Y si Marx es el ‘padre de la bestia escarlata’, Chávez es el ‘hijo de la bestia escarlata’, quien se declaró varias veces hijo ideológico de Marx”.

Aunque declarándose marxista, Chávez creía en lo sobrenatural, no solo en las fuerzas ocultas, sino que varias veces sostuvo la Biblia y besó el crucifijo en televisión para mostrar su “auténtica” fe cristiana. “Marx y Chávez compartieron personalidades déspotas, eran desorganizados y hombres totalmente supersticiosos”, sostiene el investigador colombiano, sin dejar de mencionar a Fidel Castro en relación con la santería cubana.

El crucifijo como amuleto de superstición

En sus piezas publicitarias, Petro también usa un crucifijo al pecho.

En sus piezas publicitarias, Petro también usa un crucifijo al pecho.

Como plantea el Catecismo de la Iglesia Católica, “la superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (2111).

¿Entonces Gustavo Petro, con una clara y consistente ideología de izquierda, está usando el crucifijo de manera supersticiosa? Con la sola indicación del Catecismo, se podría inferir que sí.

“Los principales exponentes del marxismo a lo largo de su historia y de la izquierda radical han estado estrechamente vinculados con el ocultismo, pero no podría afirmar que Petro esté inmerso en este tipo de prácticas, por cuanto no me consta. Sin embargo, si ustedes analizan bien él usa una cruz, que muestra permanentemente cuando habla. ¿Por qué será? Ahí vemos que la cruz la utiliza como un amuleto, muy próximo a las prácticas santeras”, responde Hofmann.

En entrevista con el periodista Yamid Amat, Petro salió al paso de quienes lo empezaron a cuestionar por usar el crucifijo como “anzuelo” para pescar el voto creyente, teniendo en cuenta que lo hizo visible a partir del primer debate presidencial en televisión:

Este (el crucifijo) me lo regaló una madre de los llamados falsos positivos, crimen bárbaro en el gobierno de Uribe […] Ella me lo regaló en una de esas manifestaciones y me dijo que Jesús me iba a proteger. Para mí, este (Jesús) es un representante de la lucha por la justicia, que es mi bandera”, aseguró el candidato presidencial.

No basta, sin embargo, llevar un crucifijo para que la persona sea protegida, sino creer, por Fe, que quien protege es el mismo Dios, en este caso, Jesucristo, la segunda persona (de naturaleza divina y humana) de la Santísima Trinidad. Si falta la auténtica Fe, como la enseña la religión, es superstición. Y para Petro, quien últimamente profesa con entusiasmo y en público su “cristianismo”, Jesús ante todo es un símbolo histórico al servicio de las reivindicaciones políticas de su movimiento.

Llaman la atención, en efecto, estos y otros videos que han estado circulando en esta contienda electoral con declaraciones y actuaciones del candidato de la “Colombia Humana” al respecto.

En el primer video, por ejemplo, le preguntan si cree en Dios y responde: “practico el cristianismo”, argumentando que prueba de eso es su opción preferencial por los más débiles y excluidos, lo cual denomina en el segundo video como la “teología de la liberación”. La teología de la liberación es una versión más del marxismo, esta vez con ropaje católico, pero que tergiversa el mensaje central del cristianismo, reemplazando la vida eterna junto a Dios por un paraíso terrenal en este mundo, la Salvación de Cristo por la “salvación” a través de la lucha de clases, en especial la armada, y el servicio a los más necesitados como una manifestación de la Gracia de Dios en nuestras vidas por una solidaridad meramente “humana”, sin ninguna referencia a Dios. También dice que es “católico”, pero nunca afirma: “sí, creo en Dios”.

Este otro video muestra que a Petro no le basta su creencia supersticiosa en el crucifijo, sino que necesitó de un ritual indígena de “limpieza” antes de presentarse a la primera vuelta electoral, el 27 de mayo.

Se podría plantear, sin embargo, que se trató de una expresión cultural de la que participó Petro por su sintonía, precisamente, con los grupos indígenas, incluidos expresamente en su programa de gobierno como minorías a quienes defenderá y promoverá. Ahora bien, como afirma el padre Castiblanco, lo evidente es que “esto no es cristiano. Entre menos religión o fe en Dios, más superstición”.

Y como esclarece todavía más el Catecismo:todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión” (2117). Y en un ritual indígena de “limpieza” no se puede invocar precisamente a Dios para “limpiar” de los “malos espíritus”.

Por otra parte, una mirada a los orígenes de Petro permite preguntar: ¿usaba el crucifijo en sus épocas como guerrillero en el M-19?, ¿hablaba abiertamente de su apuesta por la “teología de la liberación”?, ¿era un hombre creyente?

Senador del Centro Democrático Everth Bustamente. Imagen tomada de Twitter.

El senador Everth Bustamante, de los fundadores del Movimiento 19 de Abril y hoy militante del Centro Democrático, conoció a Petro en sus años de insurgente y asegura que no recuerda haber visto alguna vez a “Aureliano” -su alias- usando una cruz ni refiriéndose a la “teología de la liberación”. “Primera vez que escucho que lo diga, es algo oportunista”, afirma sorprendido. Al preguntarle si esta corriente marxista entró en algún momento al “Eme”, explica que en sus orígenes en los años 70 ingresaron jóvenes provenientes de comunidades religiosas, pero no sabe si militaban en dicha teología. En todo caso, “no conocieron a Petro, porque fueron de la primera generación”.

Tampoco conoció que Petro dijera que creyera en Dios, más bien, recuerda que leía bastante a Marx, como si se sintiera “un ‘sacerdote’ oficial del marxismo”. Bustamante insiste, de hecho, en que el M-19 no nació con una ideología marxista-leninista, sino nacionalista (denunciando que al general Gustavo Rojas Pinilla le habían “robado” la Presidencia en 1970), pero admite que luego entró una tendencia claramente comunista, con Petro como uno de sus representantes -quien estuvo entre 1977 y 1990, cuando se firmó el acuerdo de paz-.

Sobre el Petro de hoy concluye: “en mi opinión, es ajeno a la práctica de valores fundamentales como el respeto, pues pasa por encima de personas e instituciones cuando tiene un objetivo. Es un problema, también de índole ético y moral, de los fines y los medios: para conquistar determinado fin no le importa el medio que tenga que utilizar, sean las armas, cuyo uso endiosaba en el pasado, o llamar a la gente a las calles para que protesten. Esto me hace pensar que es sensible y susceptible en temas como la brujería”. Asunto del cual Bustamante sabe que es real en la política colombiana, pues hace varios años lo “rezaron” a él y tuvo que solicitar ayuda espiritual.

No hay que ir bastante lejos para constatar la relación de un exguerrillero en el poder con el mundo del ocultismo. En 2015 la cadena History Channel incluyó en su documental “Brujos del poder” al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y a su esposa y hoy vicepresidenta, Rosario Murillo, quien sería la “bruja detrás del trono”. Parte de la clave para que Ortega regresara a la Presidencia en 2007 fue, además, su “conversión” al catolicismo y el de su esposa que, si bien permitió frenar el aborto en el país centroamericano, generó suspicacias cuando el mismo obispo que presidió su matrimonio fue nombrado luego en el gobierno.

La realidad actual del país nicaragüense, sumido hoy en protestas y decenas de muertes, pareciera constatar las implicaciones y efectos “malditos” de que llegara y se perpetuara un presidente apoyado presuntamente en las fuerzas oscuras del ámbito espiritual. Y si se mira hacia Venezuela, no cabe duda de que el legado de brujería de Hugo Chávez también tiene que ver con la crisis social y económica que está expulsando a miles de ciudadanos. Parafraseando al cardenal Ratzinger: “poderes, pero poderes en decadencia, simples ironías contra Dios”.

Para el padre José Alberto Castiblanco la implicación más evidente tiene que ver con la total secularización del país, arrinconando la fe a una práctica en vía de extinción solo posible en el ámbito privado: “por ejemplo, si en su agenda está la promoción de la comunidad LGBTI y de la ideología de género, querrán desterrar de la educación todo lo que sea católico, cristiano, así como de los estamentos públicos, basados en el estado laico de la Constitución del 91”. Muy propio, por cierto, de los regímenes comunistas.

De ahí que la invitación del sacerdote es que los colombianos creyentes se unan en oración, con la plena Fe y confianza de que Dios protege a su pueblo. De hecho, en noviembre del 2017 se renovó en acto público la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús (y al de la Virgen María), cuya fiesta se celebra este mes. Esto, sumado al voto consciente que ejerzan los ciudadanos el próximo 17 de junio será definitivo para elegir al próximo Presidente del país.

El viernes 8 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Antanas Mockus y Claudia López respaldaron públicamente a Petro con la firma de las “tablas de los 12 mandamientos”. Grupos católicos manifestaron su disgusto por haber instrumentalizado el pasaje bíblico de los 10 mandamientos. Tomada de: http://pacifista.co

El viernes 8 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Antanas Mockus y Claudia López respaldaron públicamente a Petro con la firma de las “tablas de los 12 mandamientos”. Grupos católicos manifestaron su disgusto por haber instrumentalizado el pasaje bíblico de los 10 mandamientos. Tomada de: http://pacifista.co

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*Foto principal: tomada de Internet.

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