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“Hablar de ‘cisma’ en la Iglesia es un planteamiento agresivo”: Cardenal Rubén Salazar

El Arzobispo de Bogotá y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) habla, en entrevista con R+F, sobre la Fe de los jóvenes colombianos a propósito del Sínodo de Obispos de octubre próximo, la actividad de aborto que canceló recientemente la Universidad Javeriana tras la petición de cientos de católicos y la idea de un nuevo cisma en la Iglesia Católica. Este jueves presidirá una Eucaristía en la Catedral Primada, a las 6:00 p.m., con los movimientos eclesiales y nuevas comunidades, foco de la 106 Asamblea plenaria del Episcopado colombiano.

-Razón + Fe (R+F): En octubre próximo se realizará el Sínodo de los Obispos entorno a los jóvenes, población de especial interés no solo para el Papa Francisco y la Iglesia, sino para cualquier institución. A propósito de este encuentro, ¿qué diagnóstico se ha hecho en Bogotá, y en Colombia, sobre el abandono de los jóvenes de la Fe católica o, por el contrario, sobre lo que los sigue atrayendo?

Cardenal Rubén Salazar (CRS): Un juicio general es muy difícil de hacer, porque no se puede homogeneizar a las personas. En general, diría que el joven de hoy es sumamente sensible a los aspectos fundamentales del sentido de la vida, al sentido del servicio y a la relación con los demás, que tiene que ver indudablemente con la Fe. El sentido de la vida se encuentra más hondamente anclado cuando se hace una opción religiosa, que cuando no se hace. Pienso que hay una gran apertura de los jóvenes hacia un anuncio del Evangelio, pero el gran reto es precisamente que la Iglesia sea capaz de hacer un anuncio que les llegue de verdad, que responda a sus preguntas, anhelos e intuiciones, sin suponer ya que ellos lo han recibido por la familia, el colegio o el ambienten en el que viven, porque hoy esto ya no se puede suponer.

-R+F: En Estados Unidos, donde todo lo investigan, han concluido que muchos jóvenes “tambalean” en su Fe cuando están terminando sus estudios de secundaria o recién entran a la universidad, debido a la preponderancia del conocimiento científico, particularmente de teorías como la de la evolución, generando la ruptura entre razón y Fe. ¿Se podría afirmar que algo similar ocurre en Colombia?, ¿cómo podrían asumir este desafío las instituciones educativas, puntualmente las de confesión católica?

CRS: Desde hace mucho tiempo, y en la Iglesia Católica está perfectamente claro, sabemos que una cosa es la teoría de la evolución y otra es la Fe en Dios Creador. ¿Qué quiero decir con esto? Que aun cuando aceptemos, como parece ser que se deba aceptar, el que ha habido una evolución bien marcada, admitiendo incluso teorías modernas desde lo científico como el Big Bang y la expansión del universo, esto no tiene ninguna contradicción con la afirmación fundamental de que Dios es el creador de todas las cosas.

Son dos cosas diferentes: la ciencia investiga el cómo; la Fe, cuando nos dice: “Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra”, está afirmando que, sea como sea el origen y la evolución que se haya producido, al fin y al cabo es algo querido por Dios y acompañado por Dios y, por lo tanto, en este momento el creyente auténtico no tiene por qué rechazar esas teorías, sino afianzarse en el verdadero sentido de su Fe en Dios Creador.

Ahora, respecto de los jóvenes, pues se trata de hacerles comprender que no hay contradicción entre el enfoque científico y el enfoque de la Fe, sino que se complementan, así como la psicología, por ejemplo, que es una ciencia humana, se complementa con las afirmaciones de la espiritualidad en el campo de la Fe. La Fe viene a iluminar, viene a completar, a dar dimensión más honda y profunda a todas las afirmaciones que nos pueda dar la ciencia. Este es un campo de trabajo muy interesante, el Papa Benedicto XVI lo desarrolló muchísimo, como una de sus grandes preocupaciones, así como el Papa Juan Pablo II lo hizo en su momento, y ahora el Papa Francisco, de una manera mucho más existencial y práctica, nos ha ido enseñando cómo hay que compaginar Fe y vida, y esto es fundamental para los jóvenes.

-R+F: Cardenal, aterrizando esto a Bogotá y al Plan E de Evangelización, “El nuevo rumbo”, que es como el “programa de gobierno” que usted preside en la Arquidiócesis, ¿contemplan alguna directriz o metodología para que, cuando se den ese tipo de debates en los colegios y universidades católicas, estas instituciones estén preparadas para responder a las preguntas de los jóvenes y, de esta manera, se acerquen a la Fe?

CRS: El Plan E está en elaboración, no tenemos todavía todos los aspectos considerados ni, por lo tanto, decididos. En este campo de la pastoral educativa estamos dando apenas los primeros pasos. Pienso que en las universidades católicas actuales como la Javeriana, la Santo Tomás, la San Buenaventura, la Sabana, etc., se están trabajando estos aspectos. Por ejemplo, la Javeriana está trabajando muchísimo todo lo relacionado con la ecología a la luz de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, y hablar de esto significa hablar de la creación, de todas las leyes naturales y consideraciones científicas de la realidad de la creación. En la Universidad de La Sabana hay un instituto especializado sobre familia, donde se trabajan aspectos científicos para que puedan ser verdaderamente iluminados por la Fe.

Sobre la actividad de aborto en la Javeriana

-R+F: A propósito de las universidades que menciona, a finales de mayo un grupo de estudiantes iba a realizar una “actividad informativa” sobre el aborto en la Javeriana, con “Oriéntame” como invitado especial, y gracias a que se manifestaron cientos de ciudadanos la Universidad canceló el evento. Algo similar ocurrió en 2013, con el sonado “Ciclo Rosa” que pretendía promover el homosexualismo con películas y conversatorios, el cual terminó realizándose, pero en un espacio no relacionado con esa institución educativa. ¿Qué hacer en estos casos, cuando en nombre del debate académico o del “derecho a la información” se termina promoviendo un acto contrario a la dignidad humana y a la doctrina de la Iglesia Católica, como lo es el aborto?

CRS: Esos son casos puntuales, como tú lo acabas de afirmar. Creo que esos debates son sanos, en el sentido de que plantean una realidad, no podemos desconocer que existe el aborto, la homosexualidad ni el lobby Lgtbi. No podemos ignorar qué significa, entonces debemos conocerlo a fondo, descubrir qué hay detrás de esos movimientos y, por lo tanto, tratar de entrar en un diálogo con ellos, no para imponer nuestros puntos de vista, ni para que ellos nos impongan sus puntos de vista, sino para que seamos capaces de convivir en un mundo complejo, en un mundo tremendamente plural como lo es el mundo actual. Que estos debates se produzcan me parece bien, el problema es cuando esos debates tratan de presentarlos como política de la Universidad, como si esta estuviera favoreciendo el lobby Lgtbi o campañas proaborto. Ahí hay que distinguir el asunto y, por lo tanto, clarificarlo.

-R+F: Aunque en este caso reciente no se trataba de un debate, sino de una sesión informativa y de sensibilización acerca de los derechos sexuales y reproductivos como la “interrupción voluntaria del embarazo”, es decir, una sola cara de la moneda sobre el aborto…

CRS: Hay que analizar caso por caso, y por eso en estos dos casos concretos que tú mencionas son un poquito extremos, que hay que tratarlos con calma, porque desafortunadamente cada vez que se presenta una situación como estas todo el mundo prende la alarma en un sentido o en el otro. Creo que no debemos alarmarnos, tenemos que acostumbrarnos que en un mundo como el de hoy tenemos que sentarnos a dialogar, y hacerlo con toda desprevención, es decir, no tener unos prejuicios y unos espacios cerrados que impidan verdaderamente un diálogo. ¿Que son posiciones irreconciliables? Seguramente, pero eso no quita que pueda haber un diálogo y una comunicación entre los representantes de esas posiciones.

-R+F: ¿Y cómo se podría entender esto que dice frente a la iniciativa de laicos católicos comprometidos, especialmente del movimiento provida, que escribieron a la Universidad?, ¿acaso no es válido que se preocupen y actúen ante este tipo de situaciones?

CRS: Lógico que los laicos pueden opinar y tienen todo su derecho a hacerlo, lo que digo es que no debe hacerse de una manera agresiva, sino en actitud de apertura, encontrando espacios tranquilos donde se pueda dialogar sin comprometer instituciones ni ciertos aspectos que no se pueden negociar.

La unidad de la Iglesia Católica

-R+F: Entre algunos laicos se está difundiendo, cada vez con más fuerza, la idea de un nuevo cisma al interior de la Iglesia Católica alrededor de asuntos morales como divorcio, segundas uniones, anticoncepción, homosexualidad, comunión de no católicos. Por ejemplo, en Polonia ningún divorciado que viva maritalmente con una nueva pareja puede comulgar, mientras en otros países europeos como Malta y Alemania se sanciona a sacerdotes que no lo permitan, se han bendecido uniones homosexuales y la Conferencia Episcopal Alemana propuso, casi por unanimidad, el acceso a la comunión para protestantes casados con católicos. ¿Cómo evitar que las diferencias entre obispos y conferencias episcopales en estos temas se sigan profundizando hasta un punto de no retorno?

CRS: Son temas muy delicados, sobre todo porque afectan la vida diaria de las personas, de los católicos, y que, por lo tanto, hay que tratar con mucha calma. Pienso que uno de los problemas graves que se tiene cuando se abordan estos temas es que se parte siempre de posiciones absolutamente rígidas y que, inmediatamente, se presentan con una cierta agresividad. Por ejemplo, hablar de “cisma” dentro de la Iglesia ya es un planteamiento agresivo, porque con este se quiere decir que aquí no hay posibilidad de entendimiento, de diálogo ni de nada, entonces hay que romper, y este no es el camino.

El camino hoy en día es el camino del diálogo para el discernimiento, el cual el Papa Francisco lo ha presentado de una manera muy clara, que se trata de encontrar la Voluntad de Dios en los casos concretos y, de esta misma manera, encontrar realmente la verdad, porque lo único que verdaderamente nos puede unir y nos puede hacer libres para estar juntos es la verdad, no las posiciones estrechas o amplias, posiciones de izquierda o de derecha, rígidas o menos rígidas, eso no, todo eso divide. Por eso también el Papa ha alertado contra la ideología, la Fe no se puede convertir en una ideología, no se puede convertir en una serie de principios absolutamente rígidos, intocables, que prácticamente asfixien a las personas.

Tenemos que estar siempre en una actitud de discernimiento a la luz del Evangelio, pero también a la luz de la realidad, porque Dios está en la realidad, Él actúa en la realidad, lo que el Señor dice sobre la interpretación de los signos de los tiempos, en la medida que la realidad es un lugar teológico. El diálogo tiene que ser profundo, sin agresividad, sin que nadie se sienta atacado personalmente y, por lo tanto, en la necesidad de reaccionar violentamente. Tenemos que crear un ambiente de diálogo, discernimiento y encuentro al interior de la Iglesia y con el mundo.

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