En una sentencia del pasado 9 de junio, la Corte Suprema de Justicia de Canadá con una votación de 7 a 1, aclaró que los actos sexuales con animales son generalmente lícitos, siempre que no incluyan penetración.
El pronunciamiento se dio dentro de un caso de un hombre de la Columbia Británica que había sido condenado penalmente a 18 años, por trece delitos cometidos contra sus hijastras, dos de los cuales estaban relacionados con bestialismo.
El abogado defensor del hombre identificado como DLW, argumentó que la sanción provenía del código penal del siglo 17, en el que se castigaban los actos de “sodomía” con animales; sin embargo, adujo, en el código vigente de 1955 nunca se intentó sancionar todos los actos sexuales con animales.
La Corte revocó las sanciones de bestialismo impuestas contra DLW, por haber untando con crema de maní los genitales de sus hijastras, de manera que el perro de la casa los lamiera mientras el grababa el acto en video.
La Corte Suprema de Canadá justificó su decisión con argumentos religiosos, afirmando que la sanción provenía de la “los intentos de la Iglesia Anglicana de prohibir cualquier acto sexual que parecía contrario a la naturaleza humana”, y agregó que “Aunque los actos de bestialismo generalmente se subsumían bajo el concepto de sodomía, la penetración era la esencia y el acto de “definidor” de la ofensa penal”.
La única magistrada que votó en contra de la decisión, Rosalie Abella, argumentó que se debía negar la apelación ya que “Los actos que involucren animales con propósitos sexuales son inherentemente abusivos, haya o no penetración”.
Representantes de las asociaciones defensoras de animales, protestaron en defensa de la moral pública, expresando: “Esta decisión es absolutamente inaceptable, contraria a las expectativas de la sociedad, y no puede permitirse que se mantenga”.
El portal católico canadiense, Lifesitenews, hace un análisis interesante al señalar que “cuando eliminamos todos los estándares de lo que es moral y saludable desde el punto de vista de la sexualidad, inevitablemente la sociedad permitirá (si no promoverá – ciertamente al no juzgar) casi todo. Los promotores de la Revolución Sexual ridiculizaron a los intelectuales católicos que señalaban por el camino que íbamos, terminaríamos aceptando cosas como el bestialismo, sin embargo, allí estamos ahora. El simple hecho de que gente supuestamente brillante y solemne, vestida con togas, tenga que sentarse a discutir hasta que punto los actos sexuales con animales transgreden el orden jurídico, es una imagen deprimente sobre el futuro de la civilización occidental. El comentarista de Lifesitenews, Jonathon Von Maren, señala como hoy en día el 32% de los niños y el 18% de las niñas ya han visto sexo con animales para cuando cumplen 18 años. La Pornografía es un arma poderosa, que ha logrado envenenar la mente de millones de personas que hoy consideran como normal, desde el punto de vista sexual, actos que hace una generación eran considerados intolerables. Finalmente, encuentra por fin un punto en común con los activistas defensores de animales, quienes no alcanzan a comprender como la Corte Suprema de Canadá puede llegar a carecer de la más básica moralidad y decencia humana, como para no confirmar los cargos contra un sádico que torturó a sus hijastras y abusó de un animal.